Un juzgado de Cuenca condena a dos administradores concursales a pagar casi 300.000 euros a 23 trabajadores
Según CCOO, es una sentencia "pionera" ya que no hay precedentes de condenas al administrador de un concurso a resarcir con su patrimonio el daño causado a los trabajadores
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Juzgados de Cuenca / Cadena SER
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Cuenca
Un juzgado ha condenado a los administradores concursales de la empresa Luis Loriente a pagar de su bolsillo cerca de 300.000 euros más intereses a una veintena de trabajadores de la empresa cárnica, que entró en concurso de acreedores en 2008.
La sentencia del juzgado de Primera Instancia e Instrucción número dos de Cuenca, a la que ha tenido acceso la SER, obliga a los dos administradores concursales, un abogado y un economista, a pagar cantidades que van desde los 3.800 a los 30.000 eurosa 23 trabajadores de la cárnica , así como los intereses desde que se interpuso la demanda.
En el auto, fechado a finales de octubre, la jueza considera que estos trabajadores vieron postergado el pago de su indemnización pese a que tenían preferencia de cobro, según la ley concursal. Cree que han existido por parte de los administradores concursales actos contrarios a la ley o negligentes, que han causado un daño a los trabajadores, 21 hombres y dos mujeres.
Contra la sentencia cabe recurso ante la Audiencia Provincial de Cuenca, que en 2018 ya inhabilitó a estos dos administradores durante seis meses por la desaprobación de las cuentas del concurso, aunque no contempló otras medidas subsidiarias.
Satisfacción en CCOO
Según el sindicato Comisiones Obreras, es una sentencia pionera ya que no existen precedentes judiciales de una condena a un administrador concursal que haya tenido que satisfacer con su patrimonio el daño causado a los trabajadores.
La secretaria provincial del sindicato, María José Mesas, ha mostrado su satisfacción por la sentencia y considera que los trabajadores, afiliados a Comisiones, fueron víctimas de “discriminación”.
Tras conocer la sentencia del juzgado de Cuenca, Mesas ha mostrado su alegría por el “reparo social y de derechos” que este auto supone para los 23 trabajadores de la desaparecida cárnica.
Ha recordado que la Ley Concursal obliga a saldar en primer lugar las deudas salariales, pero en este caso los administradores dijeron a los trabajadores que no podían pagarles, y luego abonaron otras deudas.
La secretaria provincial de Comisiones ha recordado que la sentencia todavía no es firme, pero ha defendido también que, además del perjuicio salarial, hubo una actitud “discriminatoria”.