"Estamos detectando un mayor deterioro cognitivo desde el confinamiento en nuestros mayores"
Cruz Roja en Balears ha atendido durante estos meses de pandemia a 1.083 personas mayores, la gran mayoría un 75% mujeres
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Cruz Roja en Balears ha atendido durante estos meses de pandemia a 1.083 personas mayores, la gran mayoría un 75% mujeres
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Palma
Cruz Roja en Balears ha atendido durante estos meses de pandemia a 1.083 personas mayores, la gran mayoría un 75% mujeres. Lo ha hecho a través del programa de Gent Gran. Este colectivo es uno de los más perjudicados por el confinamiento y las consecuencias de la pandemia. Sobre todo aquellos que han tenido que pasar todos estos meses en soledad.
Se trata de un servicio que se hace mediante llamadas telefónicas o también acompañando a pasera a los mayores o a realizar algunas actividades grupales. Deyana Mijailova, coordinadora del programa, explica que en muchas ocasiones es complicado detectar las necesidades de algunas personas por lo que invita a todos aquellos que se vean en esta situación a que acudan a Cruz Roja a pedir ayuda.
Está siendo un año complicado, dice Mijailova, por la gran cantidad de gente mayor que se quedó aislada del exterior y, en algunos casos, sin más contacto que el de los voluntarios y personal de Cruz Roja. Asegura que las consecuencias del confinamiento en las personas mayores se están notando ya. Hay casos de miedo a salir a la calle e incluso a pérdida de capacidad cognitiva. Dice Mijailova que hay casos de personas que sólo reciben una llamada a la semana y es la de los voluntarios de Cruz Roja.
Cruz Roja cuenta ahora mismo 206 voluntarios que participan en este programa en concreto. Aquí en la SER hemos hablado con una de ellas.
Ana Maria Sastre atiende a personas mayores que viven solas. Atiende entre 10 a 12 usuarios telefónicamente. Su función es orientarles en temas médicos, burocráticos, saber cómo actuar o donde acudir pero la realidad es que encuentran en voluntarios como Ana María su único contacto tras las paredes de su casa. La mayoría necesita únicamente hablar, ser escuchado:
Nos cuenta esta voluntaria que a través de su voz percibe la alegría, la tranquilidad que les da escucharla al otro lado del teléfono..
La soledad que padecen y todo lo que lleva implícita es el primer escalón que hay que combatir para lograr su bienestar... Y en el contexto de la pandemia, el pánico que tienen al contagio que en algunos casos incluso les impide llamar a su médico cuando se sienten mal. Sienten miedo de pisar un centro de salud o un hospital y no poder volver salir de ahí
La solución para Sastre pasa por aumentar la red de personas en las que poder apoyarse
A nivel personal... dice sentir una gran recompensa ayudando a estar personas... Pero que ha necesitado aprender a no llevarse el trabajo a casa
Todavía hablando de este colectivo, el Consell de Mallorca formará a 20 monitores para que puedan elaborar los planes de contigencia que tendrán que aplicarse en los locales y asocicaciones de Gent Gran de la isla. Ahora mismo estos locales están cerrados y el objetivo es tenerlo todo listo para cuando puedan volver a abrir.
La consellera insular de Presidencia, Teresa Suárez, explica que la intención es avanzarse a la apertura y conseguir que estos locales puedan volver a ofrecer sus servicios lo antes posible. Se da por hecho que será una normalidad adaptada, dice, Suárez pero insiste en la necesidad de ir avanzando para tenerlo todo listo. En Mallorca hay cerca de 200 asociaciones de Gent Gran.