La derrota en Tenerife (1-0) será la puntilla para Rubén Baraja
El equipo aragonés volvió a demostrar su incapacidad ofensiva y no pudo igualar el tanto de los chicharreros al cuarto de hora de otro partido gris y plano en el que debutó el delantero de 17 años Iván Azón, que saltó al césped en la segunda mitad, en un claro mensaje del entrenador a la dirección deportiva, que ha confeccionado la peor plantilla en esta eterna travesía por el desierto
Cristian Álvarez, tras una gran parada, introduce el balón en su portería / LaLiga Smartbank
Zaragoza
El Real Zaragoza se miraba al espejo frente al CD Tenerife.
Ambos equipos llegaban a la cita del Heliodoro Rodríguez López con 10 puntos - el conjunto insular con un partido más jugado - y con sus dos entrenadores en el punto de mira.
Rubén Baraja, de inicio, dio descanso a Francho Serrano después de dos titularidades consecutivas apostando por Ros y James en los pivotes, manteniendo al juvenil Francés en el eje de la zaga junto con Guitián. La línea defensiva la completo con los únicos efectivos disponibles, Tejero y Chavarría.
La tercera novedad en el equipo fitular fue la presencia del "Toro Fernández" acompañando a Narváez, pasando a Bermejo a una banda y, presicamente el atacante uruguayo a los 2 minutos probó al meta rival con un disparo potente pero sin apenas ángulo.
La segunda también fue para el conjunto blanquillo, ayer vestido con la equipación tomate, pero Zanimacchia se topó con un defensor pero la tercera del partido fue para Zarfino con un cabezazo que se estrelló en el larguero de Cristian Álvarez.
En la siguiente el portero argentino no pudo evitar meterse el balón en su propia meta después de firmar un paradón a remate de Fran Sol tras un corner que nació de una perdida no forzada de James en el medio campo.
Era el minuto 16 y tras la revisión de la jugada en la sala VOR, el partido ya estaba cuesta arriba.
El Real Zaragoza mantenía el dominió del balón y ganaba el porcentaje de posesión pero siempre muy alejado de la zona de influencia debido a una tremenda incapcidad en la creación hasta llegar al descanso con un dato, otra vez demoledor, un único disparo a la portería rival.
Después, Baraja metió a Larrazabal y al joven jugador de 17 años Iván Azón, en lugar de Zanimacchia y "Toro Fernández".
La presencia de Azón por delante de Vuckic, fue un claro mensaje para el director deportivo Lalo Arantegui y la confección de una plantilla, que visto lo visto, es la peor de las últimas ocho temporadas.
La primera jugada acabó dentró de la portería blanquilla pero el VAR la anuló por falta previa. Mal presagio.
El partido seguía con un ritmo plomizo y cansino, y el Real Zaragoza a pesar de ir por debajo en el marcador no daba señales de vida. De hecho fue Cristian Álvarez el que tuvo que sacar una buena mano a remate de Vara para evitar males mayores.
A la siguiente fue Azón, a pase de James, el que firmó la primera llegada de la segunda mitad pero no pudo igualar el marcador.
Otro canterano, Francho Serrano, fue el tercer cambio de Rubén Baraja que veía como se le escapaba el partido y posiblemente su continuidad en el banquillo aragonés.
El cronómetro volaba y el Real Zaragoza se tiró arriba, con pocos argumentos. Hasta Cristian Álvarez subió a rematar un último balón pero el marcador ya no se movió.
El proyecto 20/21 queda marcando la permanencia con puntuación de descenso, con un partido por recuperar. El Real Zaragoza jugará el próximo viernes frente al Oviedo, partido que todo hace indicar que ya no dirigirá Rubén Baraja en el banquillo de La Romareda.
