Concluye el desalojo de los sintecho de la zona del Infierno en San Sebastián
La operación se ha desarrollado sin incidentes y únicamente se ha producido la detención de una persona, aunque por motivos ajenos al desalojo
San Sebastián
La Ertzaintza ha concluido a primera hora de esta tarde el desalojo de las personas sintecho que ocupaban los pabellones en desuso del "Infierno", en el barrio donostiarra de Ibaeta, una actuación que se ha llevado a cabo por orden judicial.
La operación se ha desarrollado sin incidentes y únicamente se ha producido la detención de una persona, aunque por motivos ajenos al desalojo, ya que tenía pendiente una orden de arresto por quebrantar otra de alejamiento, ha informado el Departamento vasco de Seguridad.
El desalojo se inició a primera hora de este jueves y ha terminado poco antes de las 13.30 horas sin ningún tipo de altercado, aunque sí han tenido lugar algunos cortes de tráfico puntuales en la avenida de Tolosa y protestas por parte de un grupo de personas que exigían la marcha de las fuerzas del orden ante un importante despliegue de las policías vasca y local.
Tras ponerse en marcha el dispositivo, el Ayuntamiento de San Sebastián aclaró que el desalojo responde a una orden judicial solicitada por los propietarios de los edificios ocupados y remarcó que el consistorio "no ha tenido ningún papel" en esta operación.
Por su parte, SOS Racismo, tras denunciar que el desalojo se produce "en plena situación de pandemia, sin oferta de recursos habitacionales" para quienes residen en estos edificios, ha hecho un llamamiento para concentrarse ante el consistorio donostiarra una vez concluido el dispositivo.
La ONG ha criticado que las autoridades presentan a estos ocupas como una "amenaza para el orden público, vulnerando sus derechos fundamentales e ignorando a su vez la responsabilidad del Ayuntamiento hacia la situación de calle en la que se encuentran".
Ha destacado que la "amenaza de desalojo ha estado presente durante los últimos meses y se ha materializado en el momento más crítico", lo que refleja una "planificación y una estrategia diseñada para agotar las fuentes de apoyo y movilización social".
También se ha pronunciado LAB, que en un comunicado ha expresado su solidaridad a los "vecinos y vecinas que están sufriendo estas violentas operaciones policiales y una represión constante".
"Queda claro que para el Ayuntamiento de Donostia los destructivos proyectos urbanísticos y los planes de desalojo siguen siendo una prioridad absoluta. Se está justificando un desalojo tras toda una campaña mediática de criminalización hacia sus vecinos y el racismo institucional para legitimarlo", denuncia.
El sindicato abertzale asegura que en el Infierno "se encuentra la resistencia de las personas expulsadas y marginadas por este modelo urbanístico y el sistema en general".
El pasado mes de septiembre tuvo lugar una operación policial conjunta llevada a cabo por la Guardia Municipal, la Policía Nacional y la Ertzaintza en un inmueble del Infierno en la que fueron identificadas 62 personas y fueron halladas una treintena de bicicletas robadas.