LTK cerrará su factoría en Cádiz

Cádiz

La empresa logística suministradora de material aeronáutico, LTK 400, cierra su factoría en Cádiz. Durante todo el fin de semana ha desmantelado su planta, ubicada en los terrenos de la antigua Altadis, en Zona Franca, y esta semana entregará las llaves de la nave a la zona fiscal, propietaria del edificio.

Según han confirmado a la SER fuentes del Departamento de Recursos Humanos, la compañía Alestis "ha roto de forma unilateral el contrato que les unía" y le ha obligado a irse del terreno de manera inminente.

El proceso de desmantelamiento se ha realizado durante todo el fin de semana, llevándose de allí ordenadores y el resto de material de oficina sin haberle comunicado nada previamente a los trabajadores. De hecho, los empleados empezaron a barruntarse algo anoche, cuando uno de ellos pasó frente a la nave y vio las luces encendidas.

Pensaron que se trataría de un olvido y que alguien se había dejado la luz encendida, pero cuando accedieron a su interior se encontraron con el panorama desolador. Esta mañana, a primera hora, la plantilla se ha reunido en la puerta de LTK y han encontrado todas sus pertenencias (zapatos, carpetas, y otros materiales) tirados en varios contenedores de escombros.

Son 55 las personas que trabajan allí. Desde hace varios meses se encuentran en un ERTE que tiene fecha de caducidad el 31 de enero. Ahora su situación queda en el aire. Las mismas fuentes de la empresa citadas anteriormente aseguran que en los próximos días tomarán una decisión acerca del futuro laboral de las 55 familias, ya que "todavía no tienen nada decidido". 

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La plantilla al completo está citada mañana a las 7:00 en una asamblea con la empresa en la que este le comunicará de manera oficial que abandona la nave y cierra su centro en la Bahía de Cádiz.

LTK fue adquirida a inicios de 2020 por Rhenus International, un grupo alemán de importante calado en el sector logístico mundial. Desde que el grupo Aciturri adquirió Alestis, nunca ha ocultado que su objetivo final era el de internalizar el mayor número de servicios.

Esta política, unida a la caída de la carga de trabajo en el sector aeronáutico con motivo de la pandemia, ha llevado a Alestis a rescindir el contrato con la firma de suministros con base en la Zona Franca. Con la marcha de LTK, los terrenos de la antigua Altadis se quedan completamente desiertos, sin ninguna empresa en sus naves.