Un halcón leónes en la corte de Isabel
Ángel Santiago Ramos / Radio León
León
En paralelo a la pandemia del virus Covid-19, nuestro país vive bajo los efectos de la idiocia que gobierna la comunidad de Madrid, en manos de un grupo de políticos en estado de rebelión que usan la salud pública de los madrileños -y también de los españoles- para sus inconfesables objetivos y a pesar de esta tragedia mundial con cientos de miles de enfermos y de muertos.
Entre ese grupo de malhechores políticos hay un castellano de Valladolid y un leonés de Cacabelos. Ambos integran el núcleo duro de halcones que fabrica y dirige los pasos de la presidenta, Isabel Diaz Ayuso. Una marioneta con forma de mujer que tortura semanalmente varias veces nuestra salud mental.
El vallisoletano Miguel Angel Rodríguez, periodista de profesión, es su jefe de gabinete (antes fue mano derecha del expresidente Aznar) y es el principal instigador de cuantas maldades pueden llevarse a cabo en el ejercicio de la política. A él no le importan ni los muertos ni los vivos.
El berciano Enrique López López, juez de la cuadra política del PP para asuntos delicados, es el consejero de Justicia del gobierno madrileño. Amigo de Rodríguez, desde hace unas semanas es a todos los efecto, el portavoz de ese gabinete diabólico.
El desmarque de Ayuso -cinco minutos después de haberlo acordado- de la reunión con los presidentes de CastillaLaMancha y Castilla y León es un insulto y un desprecio público a sus dos colegas y a los ciudadanos a los que representan García Page y Fernández Mañueco.
En lo que nos toca, el presidente Mañueco -por dignidad- yadebería haber denunciado la falta de respeto a la institución que representa si es que cree en ella. Ni siquiera Francisco Igea, de tan fácil gatillo habitualmente, ha salido esta vez del burladero.
El oscuro y turbio Madrid que representan los Ayuso, Rodríguez y López no tiene derecho a burlarse gratis ni de los castellanos ni de los leoneses.
