El modelo de las pruebas PCR que ha resultado un éxito en Madeira
Las Administraciones locales dan su visto bueno a la imposición de un test Covid19 que certifique un resultado negativo a todos los pasajeros que aterricen en el Archipiélago
Las PCR obligatorias para entrar en Madeira: ¿un éxito?
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Lisboa
Al igual que la gran mayoría de países europeos, Portugal se encuentra inmerso en una segunda ola de contagios. La situación es mucho menos grave en Madeira que en el Portugal continental. El país está registrando récords de contagios diarios en los últimos días: este martes fue el segundo día con más casos desde que comenzó la pandemia con casi 3.300, de los cuales tan solo 19 se registraron en Madeira. Si se observan las cifras globales, de los 124 mil contagios detectados hasta ahora en el país, 400 corresponden al archipiélago, de los que 144 están activos todavía.
En Madeira no se ha registrado ni un solo fallecimiento desde que comenzó la pandemia, mientras que en el resto del país la cifra de muertes se eleva a las 2.371.
De hecho, el Gobierno ha ampliado las restricciones en las últimas semanas, pero No en Madeira. El Gobierno de António Costa se vió obligado a declarar el estado de calamidad a mediados de octubre aplicando nuevas restricciones. La última, el uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos: una medida que no se ha aplicado de forma oficial en Madeira pero que sí se cumple en la mayoría de casos de forma oficiosa, podríamos decir, aunque de momento no se imponen multas.
En general, las restricciones en las islas son menores que en el Portugal continental. Por ejemplo, en Madeira la venta de bebidas alcohólicas está permitida hasta las 12 de la noche, mientras que en el resto del país no se puede comprar alcohol a partir de las 8 de la tarde. Y en el caso de los bares y restaurantes, estos pueden abrir hasta las 2 de la madrugada. En el Portugal continental la apertura está permitida hasta las 11 de la noche. Eso sí, el gobierno regional hace un control mucho más exhaustivo a todas las personas que llegan a las islas.
Las PCR, pagadas por el Gobierno de Madeira
Los viajeros tienen varias opciones: la primera es realizarse una prueba en el lugar de origen hasta 72 horas antes de su viaje. El Gobierno de Madeira ha llegado a acuerdos con varios laboratorios de las principales ciudades portuguesas para que los viajeros puedan acudir a hacerse un test -que corre a cuenta del Ejecutivo regional-. Si el resultado es negativo, pueden desplazarse con libertad por las islas, eso sí, respetando las recomendaciones sanitarias.
También tienen la opción de hacerse las pruebas al llegar, en el mismo aeropuerto, que es la opción por la que opta la mayoría. En ese caso tendrán que esperar los resultados en el hotel (suelen tardar unas 12 horas): si sale negativo pueden moverse con libertad y si es positivo tendrán que cumplir una cuarentena de 14 días.
¿Y qué ocurre si alguien no quiere hacerse la prueba? Pues tiene dos opciones: guardar una cuarentena obligatoria, también de 14 días, o volver por dónde ha venido, haciéndose cargo de los costes.
Por ahora esta es la única opción que el gobierno de Madeira no financia, aunque este martes el presidente de la región avanzó la posibilidad de que los viajeros que hayan dado positivo paguen una parte de la factura del hotel en el que están haciendo cuarentena.
En cualquier caso, el presidente regional siempre se ha mostrado partidario de gastar más dinero en test y menos en prestaciones por desempleo o al menos es lo que dice. Y las cifras lo demuestran: desde que Madeira abrió de nuevo sus puertas a principios de julio se han realizado 240 mil pruebas de coronavirus.
Medida positiva porque hay turistas
Las autoridades lo están valorando positivamente. Por poner un ejemplo: este septiembre han sido dos fiestas importantes en Madeira, la fiesta del vino y la fiesta de la flor (que normalmente es a finales de abril, pero fue pospuesta por la pandemia).
La ocupación hotelera en estas fechas se situó alrededor de un 30 por ciento, según el secretario regional de Cultura y Turismo. Él mismo aseguró que no es un “mal desempeño” teniendo en cuenta la situación actual. La fiesta contó con un presupuesto de casi 800 mil euros y disfrutaron de ella más de 8 mil personas.
También es cierto que durante la fiesta de la flor de los años anteriores, la ocupación hotelera solía rozar el 90 por ciento. Pero eran otros tiempos.