Los Presupuestos Generales del Estado contemplan 317 millones para infraestructuras en Asturias

Oviedo

En el seno del Debate del Estado de la Región celebrado este miércoles en la Junta General se ha colado un anuncio importante. El presidente del Principado, Adrián Barbón ha revelado que los Presupuestos Generales del Estado contemplan una inversión de 317 millones de euros del grupo Fomento en Asturias. Una cifra a la que le ha sacado brillo comparándolo con los últimos presupuestos de la era Rajoy.

Por otra parte, el jefe del ejecutivo sin llegar a confirmarlo se ha mostrado receptivo a que tal y cómo han pedido el alcalde de Oviedo y la alcaldesa de Gijón, el cierre perimetral de ambas ciudades, que ahora mismo se limita al núcleo urbano, se extienda a todo el concejo para evitar situaciones, un tanto extravagantes, que han sido objeto de protesta por parte de los vecinos, sobre todo del entorno rural.

Más allá de anuncios, Adrián Barbón y Teresa Mallada han evidenciado este miércoles su desconfianza mutua y las serias dificultades para una colaboración leal entre el gobierno que preside uno y la oposición que lidera la otra. En la segunda sesión del debate, Mallada ha cuestionado reiteradamente la gestión general del ejecutivo de Barbón y en particular de la emergencia sanitaria. La portavoz y presidenta del PP ha reconocido el mérito –en exclusiva- de la contención de la pandemia durante la primera ola al esfuerzo de unos sanitarios que asegura no contaron con el respaldo de su gobierno y se desgastaban mientras su presidente se dedicaba a la exposición mediática. El presidente Barbón, ha lamentado el tono agresivo de Mallada sin aportaciones constructivas y sin atreverse a concretar sus alternativas a las decisiones adoptadas por su ejecutivo.

En este clave ha discurrido la parte mollar del debate, y como era previsible los llamamientos mutuos al diálogo de Barbón y Mallada se han visto lastrados por los reproches al contrincante, por su supuesto doble juego y escasa sinceridad.

El tenso debate entre el presidente del Principado y la líder de la oposición, ha dado paso a un tono más conciliador con la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, que no ha evitado tampoco críticas al modo de conducirse el gobierno –o más bien el presidente- mientras se trataba de reconducir la situación de emergencia sanitaria. Fernández también aprecia un exceso de autocomplacencia y pavoneo por parte del presidente pero ha dicho que está dispuesta a pactar con su gobierno, los presupuestos y las medidas que sean precisas en un momento realmente excepcional. Barbón se lo ha agradecido y ha dicho tomar nota de las críticas.

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Escuchaba, suponemos que con cierto disgusto, esta especie de idilio entre el gobierno socialista y Ciudadanos, Podemos, que ha apelado al alma de izquierdas del ejecutivo para reclamar un acercamiento en torno a un modelo de reconstrucción incompatible con el que defiende la otra parte del arco parlamentario. Daniel Ripa no se limita a un ofrecimiento para un pacto de presupuestos sino que acaba de hablar de una colaboración de largo alcance para salvar la legislatura y ha apuntado como modelo a la acción del gobierno estatal de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. El presidente le da la bienvenida a la nueva actitud de Podemos, como quien celebra la fe del converso.

Si finalmente Podemos y el PSOE se entienden no será en torno a la reforma fiscal que proponían los morados para subir los impuestos a las rentas más altas y que de momento el presidente no acepta.