Convento de Oreja: Amistad y vino
La pequeña elaboradora ribereña crea vinos de extremada calidad desde la tradición y la ilusión por mejorar cada día
RIBERA DEL DUERO
Hoy el balcón a la Ribera se abre de par en par para conocer a una bodega diferente y relevante. Convento Oreja. Tiene 20 años pero quieren lo mismo que en el siglo XII, donde los viñedos de la zona eran los más reconocidos y admirados de la zona. Así, un grupo de amigos amantes del vino decidió llevar a cabo un proyecto que latía en sus tertulias desde hacía tiempo… Disfrutar de una copa de vino propia, elaborada por ellos, de un vino que recogiera todo ese estilo, ese trabajo y esa ilusión por hacer elaboraciones de calidad, como nos cuenta Antonio Vaquero.
De ese recuerdo a uno de los iconos de su vida, el antiguo convento de Santa María de Oreja, situado en el término de Langayo y que domina un valle con forma de oreja, crearon una bodega especial repleta de muchas particularidades.
Y si hablamos precisamente de vinos, de unos vinos especiales y diferentes, hablamos de las elaboraciones de Convento de Oreja, que conocemos un poco más de cerca. Y ante tanta exquisitez, se nos hace difícil poder elegir ante tanta calidad. Vamos a tener que pedir ayuda…
Pero en definitiva, hoy hemos conocido una bodega diferente, un proyecto de vida y de amistad que se tejió alrededor de una copa de vino, una copa de vino que hoy en día ya es suya, que ya es diferente, que ya refleja sobradamente la capacidad de hacer unas elaboraciones diferentes, un vino que sabe a pasión, a trabajo, a vida. A Espíritu Ribera.
Convento de Oreja: Amistad y vino
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Jorge Alvarado
Periodista. Responsable Digital de la SER en Aranda. Presentador de Hoy por Hoy Peñafiel y El Banquillo...