Efectos colaterales
La Firma de Guillermo Granja
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"Efectos colaterales", la Firma de Guillermo Granja
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Palencia
El lunes 19 de octubre se ha celebrado el Día Mundial Contra el Cáncer de Mama. No es que sea la única enfermedad que tiene un reconocimiento especial, pero, muy probablemente, es la que es más reconocida por la población. Aunque la lucha hay que hacerla todos los días del año, es bueno que, al menos, un día tengamos un recuerdo especial para cualquier enfermedad que ataca a las personas de forma implacable. Con ello, se busca concienciar a la población sobre el sufrimiento que padece una gran parte de ella, en este caso, muchas mujeres y, por otro lado, se anima a la ciudadanía, a las empresas y a las instituciones a rascarse el bolsillo para avanzar en la investigación de estas enfermedades.
Las cifras sobre esta enfermedad son cada día más alentadoras y se está más cerca de una solución, que si bien, no será definitiva, pueda lograr que su mortalidad se reduzca prácticamente a cero. Por ahora, lo que más redunda en este aspecto es la detención precoz del tumor, para ello, según los expertos, es muy conveniente realizar las pruebas diagnósticas pertinentes lo antes posible y la visita al ginecólogo de una manera regular desde la adolescencia.
El problema viene cuando esta profilaxis tan básica no se puede llevar a cabo por culpa de una pandemia que colapsa el sistema sanitario. Son innumerables los casos que vamos conociendo por los medios de comunicación de personas que, en este tiempo, no han podido realizar las pruebas radiológicas o analíticas necesarias y/o que no han conseguido acudir a la visita presencial con su médico especialista para poder establecer el diagnóstico preciso.
De los datos de fallecimientos del Instituto Nacional de Estadística, en este año 2020 llevamos unas 60.000 muertes más que el año anterior, de las cuales, unas 34.000 son los fallecidos oficiales con prueba positiva. De las 26.000 restantes, una gran parte seguro que lo han sido por culpa del coronavirus pero sin realizarles la prueba. Pero otra parte muy importante de esa cifra son personas que han fallecido por enfermedades ajenas a la pandemia, pero que no han sido atendidas por falta de recursos para al resto de patologías.
Es muy probable que un número considerable de esos fallecimientos eran inevitables, pero eso ya no lo podremos saber nunca, ya que nuestro sistema sanitario sólo se ha podido dedicar al covid-19, relegando, en el mejor de los casos, al resto de enfermedades graves a otros tiempos con menos agobios y, en otros muchos, dejando a los enfermos en el olvido más absoluto.
Como sociedad creo que nos lo tenemos que hacer mirar profundamente. No podemos permitir que nuestros seres queridos desaparezcan sin la adecuada atención sanitaria. Debemos de exigir que las administraciones pongan el máximo de recursos posibles para poder atender a todos por igual. También debemos de perseguir y denunciar a los irresponsables, a la par que insolidarios, que no cumplen con las medidas establecidas, ya que con sus acciones están agravando la situación de muchas personas. Creo que no podemos consentir ni un efecto colateral más en esta pandemia.