En busca de arces en la dehesa del Masegar de Huélamo, en la Serranía de Cuenca

Cuenca

En el espacio Nos vamos de excursión que coordina Fernando Carreras, de EcoExperience, y que emitimos cada viernes en Hoy por Hoy Cuenca, esta semana realizamos una preciosa ruta de otoño por el sendero PR CU-07 conocido como Ruta del Masegar en las inmediaciones del pueblo de Huélamo.

FERNANDO CARRERAS. Para llegar al punto de partida saldremos de Cuenca con dirección Villalba de la Sierra, seguimos a Uña y continuamos la carretera en dirección a Tragacete. Antes de llegar al pueblo de Huélamo, que se queda arriba de la loma, a la parte derecha de la carretera, veremos a la izquierda una casa y una pequeña zona donde se mete el camino. Este es el mejor lugar para dejar nuestro coche y comenzar la ruta.

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Desde este punto empezamos la senda que comienza en la Cañada de los Vallejuelos. Desde aquí seguiremos las indicaciones del PR en amarillo y blanco. La primera parte del camino es algo más llana con campos de labor, después entraremos poco a poco en un terreno más cerrado que va paralelo al arroyo de las Chorreras hasta el Masegar y la preciosa dehesa boyal que allí nos espera con un bonito bosque de robles con algunos arbustos y masiegas. De ahí su nombre. En este espacio se llegaban a juntar hasta 400 cabezas de bueyes, yeguas, mulas y burros.

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En la dehesa del Masegar, encontramos una bifurcación de la ruta. Uno de los caminos vuelve al punto inicial pasando por la tejería sumando unos cuatro kilómetros, pero nosotros seguimos el recorrido paralelos al arroyo de las Chorreras, que según la época del año llevará más o menos caudal y que va haciendo remansos y pequeñas cascadas con una frondosa vegetación en sus orillas y un paisaje que se hace más abrupto hasta meternos en un monte de pinar de pino negral mezclado con silvestre, típica de la Serranía Alta.

También por esta zona conocida como la umbría de Fuenlabrada, encontramos otra de las curiosidades botánicas de esta ruta como son las masas de bosque mixto de especies eurosiberianas como tilos, avellanos, mostajos, acebos y arces que se entremezclan con los pinares y que son las encargadas de dar una maravillosa paleta cromática en los meses de otoño.

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La ruta nos lleva desde aquí al punto más alto, el collado de las Encebras y desde aquí ya bajaremos por la senda, pasando por la cueva del Covo, antigua tinada o refugio de ganado. Por esta bajada vemos ya a lo lejos el pueblo de Huélamo. Es una de las estampas más bonitas de la Serranía debido a que es uno de los pocos pueblos donde se mantiene la arquitectura típica serrana de casitas de color blanco con tejados rojos y naranjas.

Seguimos bajando al valle del inicio y desde aquí llegamos al punto donde hemos comenzado la ruta. Haremos un total de 9,8 kilómetros pero casi darnos cuenta debido a los diferentes elementos que ofrece esta completa ruta.

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