Aventuras extremas con un solo riñón de una policía de Ondara

Alicante

De pequeña ya apuntaba maneras, influenciada por sus padres y por su hermano, uno de los mejores escaladores de nuestro país en fisuras. A los 23 años recibió una mala noticia -y más cuando eres una adolescente inquieta- que amenazaba con impedirle hacer deporte durante el resto de su vida: un problema renal obligaba a que le quitaran un riñón y parte del otro.

Le prohibieron hacer esfuerzos, pero ella, ocultándoselo a sus familiares, empezó a correr. La evolución fue tan positiva que sorprendió a sus médicos. Su riñón creció hasta volver a tener un tamaño normal.

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Actualmente, aceptan que participe en carreras extremas como la Iditarod Trail Invitational en Alaska; que suba al monte Elbrus, de 5.642 metros en el Cáucaso; que en 16 etapas sin GPS haga la Transpirenaica; o que participe en la Titan Desert. Solo le piden que tenga cuidado y que se hidrate bien sobre todo en climas fríos.

En la actualidad, esta mujer nacida en Salamanca y criada en Tenerife, reside al norte de la provincia de Alicante, en Ondara, en donde con 49 años ejerce como policía local. Esta profesión le permite planificar y llevar a cabo sus aventuras, entre las que también se encuentra la Titan de La Mancha (con 100 kilómetros de recorrido) la Transgrancanaria, la Transalpina o la GR 10 Xtrem.

Y ya prepara una nueva expedición que le llevará al pico más alto de África. Con otras cinco mujeres, apoyadas por porteadoras también mujeres, se preparan para subir a la cima del Kilimanjaro en bicicleta.

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En sus aventuras o competiciones ha pasado de todo. Lo más grave -reconoce que pago la novatada- fue el principio de congelación de retina cuando participaba en la carrera que recorre de costa a costa el corazón de Alaska.

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Isa Vicente todo un ejemplo de superación.