Una perspectiva filosófica sobre los días que vivimos

Cádiz

Los académicos especialistas en filosofía Ana Carrasco Conde y Daniel Innerarity, y la arquitecta Izaskun Chinchilla han protagonizado el segundo diálogo del Congreso del Bienestar de Cádiz sobre la Felicidad y la Nueva Realidad.

Una mesa, moderada por la periodista de la SER Marta García, que abordó el repentino cambio que todos experimentamos en nuestra normalidad como consecuencia de la pandemia, y en la que los tres ponentes reflexionaron sobre nuestros comportamientos presentes y futuros para afrontar la vida tal y como se ha presentado ante nosotros con motivo del covid-19.

Ana Carrasco tuvo como línea maestra de sus intervenciones la necesidad imperiosa que tiene la sociedad de frenar, parar, tomar conciencia de dónde y cómo estamos y aprender de lo que nos rodea para saber cómo actuar. “Lo que tenemos que hacer es saber estar en esta situación y no pensar en que saldremos de esta, porque esa expresión es una patada hacia adelante”.

En esa misma línea, el catedrático de Filosofía Política, Daniel Innerarity, apuntó que la humanidad “debería perder menos tiempo en dar lecciones y dedicar más esfuerzo en aprender”. Un aprendizaje que, según Carrasco, solo puede entenderse tomando “cierta distancia, humildad y autocrítica”. Izaskun Chinchilla, por su parte, puntualizó que quien piense que vamos a seguir con nuestro estilo de vida tal y como lo conocíamos "está equivocado”.

“Tenemos que aprender sin tener que detener el mundo demasiado”, señaló Innerarity, puesto que el mundo en el que vive esta generación “va tan rápido que en lugar de aprender del pasado aprendemos del futuro, en base a anticipaciones, a las oportunidades que tenemos. Eso es un cambio de actitud y de mentalidad que no nos está resultando nada fácil”.

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Para el navarro, el concepto de normalidad es “inservible”, en tanto en cuanto “estamos en un mundo donde lo normal es la anormalidad y las crisis imprevistas. Estamos en una época súper contemporánea con una mente de la edad media que usa la causa y efecto”. Un problema que se une al que supone la actitud nada favorable que tiene el ser humano ante las dificultades: “siempre pensamos: ¿quién tiene la culpa?, y eso oscurece más que clarifica”.

El futuro, que “no existe” para Ana Carrasco porque “no podemos predecir algo que no está”, debe abordar un gran cambio según la arquitecta Izaskun Chinchilla. Un gran cambio que debe orientarse hacia una biodiversidad plena y hacia unos hogares más capaces de adaptarse a los grandes cambios como el que estamos viviendo en esta pandemia.

“La gran apuesta para combatir el covid-19 es una firme apuesta por la biodiversidad sostenida. Teníamos muchas pautas que nos hacían ver que las ciudades eran muy desalentadoras para los cuidados. Hay que diseñar las viviendas con flexibilidad y hay que diseñarlas para la resiliencia”.

Hogares en los que, en pleno confinamiento, nos ha tocado pasar mucho más tiempo con personas del que podríamos imaginar o incluso del que estábamos preparados. “El confinamiento nos reduce a un espacio de intimidad y afecto. ¿Estamos preparados psicológicamente para pasar tanto tiempo con aquellas personas con las que pasamos pocas horas al día?”, se cuestionó Innerarity.

Para Ana Carrasco Conde, otra de las líneas fundamentales a abordar para no sentirnos desubicados en estos días es “aprender a vivir con la incertidumbre”. Centrarse en el presente, “pararse, saber leer entre líneas para saber reaccionar”.

Los cambios para acompasar nuestro ritmo a este cambio tan brusco que ha dado la vida, también deben estar presentes en la planificación urbana. Chinchilla considera fundamental que las nuevas estructuras que construyamos, todo lo nuevo que edifiquemos, debe ser una continuidad de lo presente, de la naturaleza; “deben basarse lo más posible en las estructuras que ya existen”.

La mesa concluyó con dos preguntas de los asistentes a través de Twitter, una sobre la respuesta política que se han dado en España para gestionar la pandemia y otra acerca de la dificultad que tiene el individuo para poder pararse a observar lo que le sucede a su alrededor.

Sobre la primera cuestión, Innerarity cree que los sistemas políticos estaban mal preparados antes de la pandemia y considera que el actual rumbo de la política, en el que el rival “no desaprovecha una crisis para entrar en el gobierno o derribarlo” o solo se cambian gobiernos después de que sucedan catástrofes -el 11-M o la crisis del 2008-, es un gran obstáculo para avanzar.

En respuesta a la segunda, Carrasco Conde ha subrayado la necesidad de “cambiar la mentalidad, las dinámicas y confiar en las instituciones, ser un agente activo, asumir y aceptar que hay cosas que no podemos controlar y quedarte un momento en silencio, porque ya no sabemos estar en silencio”.

Pura reflexión durante más de hora y media sobre el escenario de un Palacio de Congresos de Cádiz que permaneció atento a lo que sucedía sobre las tablas: una suerte de pausa filosófica en el tiempo para reflexionar quienes hemos sido y hacia dónde vamos.