¡Siéntense de una vez para buscar una salida!

Palencia

Todos estos días muchos ciudadanos asistimos atónitos a los juegos de estrategia de nuestros políticos. Estamos viviendo una crisis sanitaria, económica, social..., sin precedentes. Y nuestros representantes están todo el día tirándose los platos a la cabeza. No nos hacen falta ver encuentros llenos de banderas con discursos llenos de palabras vacías, sino encuentros dónde se den soluciones a los problemas que está provocando el Coronavirus.

Son parecidos a los niños: "Ahora pacto, luego no pacto.""Te adjunto y luego te insulto" Se está utilizando la Sede de la Soberanía Nacional para descalificarse, marear la perdiz. No hablan para toda la ciudadanía, sino para sus votantes. Es pura estrategia electoral. Bueno lo de Madrid es un auténtico misterio sin resolver.

Vivimos en una constante posición de ataque, sin bajar nunca las defensas. Y así, los políticos de un color se dedican a buscar las grietas de los ideales de los otros, tapando las suyas de la manera más cutre posible.

Y mientras tanto las cifras de muertos, enfermos, personas afectadas por el Covid 19 siguen subiendo. Y nuestros sanitarios se encuentran otra vez cerca del colapso.

¡Por los muertos, los enfermos, el personal sanitario, el futuro de nuestra nación...! Déjense de estupideces y siéntense las horas que haga falta para buscar soluciones concretas que nos ayuden a mirar el futuro con esperanza.

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Aunque a algunos les cueste, antes o después habrá que sentarse en una mesa. Escuchar, serenar, proponer son algunas de las recetas que necesita nuestra sociedad en este momento concreto que nos toca vivir.

Pactar implica negociar. Implica bajarse del carro de la razón absoluta que muchos pretenden tener siempre. E implica también ceder. Tres actitudes: diálogo, humildad y cesión que parecen bastante distintas de los monólogos, chulería e intransigencia que vemos demasiado a menudo.

Quizás por ahora la política no pueda ser de otro modo, en esta era de las comunicaciones exageradas y las polémicas de consumo, pero que no nos conviertan a todos, en todos nuestros espacios vitales, en rivales incapaces de dialogar y encontrarnos en la vida.

Estos días la agresividad ha llenado los debates en los diversos medios de comunicación, pero también en las redes sociales, entre los vecinos e incluso dentro de las propias familias. Una pena que queramos imponer nuestra verdad a base de gritos, insultos y vejaciones.

Necesitamos cambiar los ingredientes para solucionar esta crisis. Hoy más que nunca necesitamos poner unos buenos cocineros, equilibrados, sensatos, que miren por el bien común. Dirigentes diversos que sepan crear un plato que nos ayude a buscar soluciones realistas, aunque esto suponga un esfuerzo para la población. Sino acabaremos mal, pero que muy mal.