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La Dama de Cádiz era un hombre

Dos investigadoras de la Universidad de Cádiz concluyen que en el interior del sarcófago femenino había un varón

La Dama de Cádiz, en primer plano, con el sarcófago masculino, al fondo. / Cadena SER

La Dama de Cádiz, en primer plano, con el sarcófago masculino, al fondo.

Cádiz

La admirada Dama de Cádiz, en verdad, es un hombre. Esa es la conclusión a la que han llegado dos investigadoras de la Universidad de Cádiz, la profesora de Historia y experta en civilización fenicia Ana María Niveau de Villedary y la antropóloga Milagros Macías tras analizar e interpretar los huesos encontrados hace 40 años en Cádiz dentro del sarcófago fenicio con forma de mujer. Ese estudio fue presentado este jueves en el Museo de Cádiz, y, en primera fila, asistió Antonio Álvarez, el primero que analizó esos huesos y ya entonces intuyó que ella, en realidad, era él.

Niveau y Macías comenzaron a estudiar los restos del sarcófago femenino de Cádiz dentro de una investigación más amplia que está recabando y analizando restos óseos sobre el mundo fenicio en todo el Mediterráneo. Los de Cádiz son las piezas más occidentales halladas hasta ahora. "Nos entregaron la caja y, en seguida, Mila (Milagros Macías) preguntó si no se habían confundido porque lo que se veía claramente es que eran huesos de hombre", ha explicado Niveau.

Macías no era la primera que se dio cuenta de aquello. En realidad, fue Antonio Álvarez el que primero avisó. El sarcófago fenicio femenino apareció el 26 de septiembre de 1980. Entonces el periodista Agustín Merello la bautizó como Dama de Cádiz, por su parecido con la de Elche. Era el segundo sarcófago fenicio que fue hallado en la ciudad, tras el encontrado, con una figura masculina, en 1887. Antonio Álvarez, entonces un joven recién licenciado, realizó el primer análisis a los huesos una vez que los pudo sacar todos del sarcófago y disponerlos en orden. Estaba casi al completo. Su intuición fue siempre que era el esqueleto de un hombre. Sin embargo, su investigación nunca fue publicada y al imaginario colectivo gaditano se trasladó que dentro del sarcófago había una mujer, eso sí, de buena estatura.

Antonio Álvarez observa una foto de sí mismo con los huesos del sarcófago femenino

Antonio Álvarez observa una foto de sí mismo con los huesos del sarcófago femenino / Cadena SER

Antonio Álvarez observa una foto de sí mismo con los huesos del sarcófago femenino

Antonio Álvarez observa una foto de sí mismo con los huesos del sarcófago femenino / Cadena SER

Así que cuando Niveau y Macías, al ver la caja con los huesos, advirtieron de que eran restos de un hombre, en el Museo de Cádiz llamaron a Antonio Álvarez para avisarle. Tantos años después Álvarez vio corroborada su teoría.

Fue Macías la encargada de iniciar un estudio profundo de los huesos para poder comprobar esa teoría que saltaba a simple vista. Se hizo mediante una inspección macroscópica y una oseometría. Los datos obtenidos han podido corroborar la masculinidad del individuo enterrado: las medidas la pelvis, el cráneo o el aspecto general del esqueleto así lo confirman. Los huesos, además, tienen inserciones musculares muy marcadas, lo que revela que se trataba de un hombre robusto. "Definitivamente, es un hombre", ha remarcado Macías.

También este estudio ha podido determinar que no era un hombre joven cuando murió, sino que rondaría entre los 40 y los 50 años. Se estima que medía entre 1,68 y 1,72, una altura bastante considerable para la época. El análisis ha podido comprobar que presentaba algunas lesiones en costillas y vértebras, cierta artrosis, pérdida de algunos dientes y que tenía muy desarrolladas una rodilla y un hombro, algo propio de algún deporte. La aparición en el sarcófago de una especie de sello con el dibujo de un hombre moviendo una honda, según destacó Niveau, hace volar la imaginación sobre si el enterrado podía ser habitual usuario de esa herramienta que se usaba para tirar piedras con violencia.

La investigación de ambas no se queda solo en la mera comprobación del sexo del individuo enterrado, sino que abre hipótesis sobre por qué se usó un sarcófago con forma de mujer para enterrar a un hombre. Niveau ha contado que los talleres donde se fabricaban esos sarcófagos estaban al otro lado del Mediterráneo, y que su traslado a Cádiz tenía que suponer un enorme esfuerzo económico. Era un producto artesano de lujo, destinado a la élite política y religiosa, y que más que una compra solía ser un objeto de regalo. La investigadora ha contado que ha habido casos similares en los que un sarcófago enviado a una familia era utilizado indistintamente por sus miembros, en función del que muriese primero. Pudo ser lo que ocurrió aquí. Aunque también añade la posibilidad de que no se trate ni siquiera de un individuo fenicio, sino posterior, porque hay constancia de reutilización de sarcófagos en época romana, e incluso después.

Este dato, el de la antigüedad de los restos, puede ser comprobado con restos de ADN. La prueba de Carbono 14 sobre los huesos también podrían determinar la edad del enterrado. Pero las muestras enviadas a diferentes laboratorios del mundo, Estados Unidos o Nueva Zelanda, no han sido suficientes para aportar datos concluyentes. "Hay que tener en cuenta que son restos óseos muy dañados, con más de 2.000 años, y carecen de las proteínas o el colágeno para poder dar esa información, al menos de momento", han explicado la investigadoras. Otras muestras enviadas están pendientes de las conclusiones, aunque ambas creen que lo principal ya está resuelto. Era un hombre, robusto y de mediana edad.

El Museo de Cádiz ha acogido esta presentación dentro de la conmemoración del 40 aniversario del sarcófago femenino. La investigación va a continuar, aunque ya esta presentación ha cerrado un capítulo de la Historia. Al menos, para Antonio Álvarez, que ha asistido en primera fila a las explicaciones de las investigadoras. "Yo me quedo con la conciencia tranquila", ha dicho. Entonces no se atrevió a publicar su teoría "porque yo era un simple becario". 40 años después le han dado la razón. Otra teoría dice que dentro del sarcófago masculino, en realidad, había una mujer. Pero esa es otra historia.

Pedro Espinosa

Pedro Espinosa

En Radio Cádiz desde 2001. Director de contenidos de la veterana emisora gaditana. Autor del podcast...

 
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