Aún no somos el Silicon Valley de la innovación, pero estamos en el camino correcto
Salvador Coll analiza la realidad y el prometedor futuro de la innovación en València
Valencia
Para Salvador Coll, Director de la Fundación Ciudad Politécnica de la Innovación, la Capitalidad Europea de la Innovación hubiera sido la guinda del pastel y del excelente trabajo realizado hasta la fecha, pero estar entre las seis ciudades finalistas hay que considerarlo un magnífico resultado, y debe animarnos a un planteamiento de trabajo de futuro que seguro nos traerá más éxitos.
En declaraciones al programa Hoy por Hoy Locos por Valencia, Coll asegura que tenemos excelentes capacidades para generar impacto en la innovación: tenemos excelentes Universidades, producimos excelente conocimiento y talento que se puede traducir en resultados para la personas y la sociedad. Solo nos falta transformar ese conocimiento en desarrollo económico y social para nuestra ciudad y nuestro entorno. Y tenemos las herramientas para ello: Parques Científicos en las Universidades, un ecosistema floreciente y muy dinámico de empresas innovadoras, más de quinientas en el entorno de València. Tenemos, en definitiva, los elementos necesarios para crecer de manera exponencial en innovación.
Las Universidades valencianas han registrado un buen número de patentes, lo que hay que hacer, señala Salvador Coll, es que esas patentes generen valor aquí, porque tradicionalmente estas tecnologías acababan siendo explotadas por empresas de otros países. Queremos que estas tecnologías se queden en nuestra industria local, comprometiéndonos a crear nuevo tejido empresarial que puedan explotar estas nuevas tecnologías que generen valor en nuestro territorio.
Según Salvador Coll, la innovación en València destaca en cuatro áreas: el TIC, las tecnologías para la salud, tecnologías industriales como robótica, y nuestras capacidades en la agroaliemntación y la biología celular en especies vegetales, dada la tradición agrícola de nuestra región.
Finalmente, Coll cree que estamos en el camino adecuado, que se nos conoce en el mundo por nuestras capacidades innovadores, pero debemos demostrarlo con coordinación y yendo todos de la mano y no competir entre nosotros. De esta manera, las iniciativas tecnológicas aflorarán y entonces sí podremos decir que somos el Silicon Valley del Mediterráneo, algo que a día de hoy puede sonar exagerado, pero tenemos los mimbres para conseguirlo.