Caballero devuelve la llamada, por primera vez, a la Delegada Territorial de la Xunta en Vigo

Vigo

Algo ha cambiado en las relaciones entre el alcalde de Vigo y la delegación de la Xunta de Galicia en Vigo. En once años que han pasado desde que el presidente Feijóo nombró a Lucía Molares "superdelegada" de la Xunta en Vigo, ninguno de los titulares de este cargo ha conseguido que el regidor vigués le devolviese la llamada o accediera a mantener algún encuentro. Es cierto que se han producido encuentros por coincidencia en algún acto o reunión, pero nunca de forma directa. Si embargo esta tendencia, casi norma, se ha roto este martes después de que la nueva delegada territorial, Marta Fernández Tapias, reconociese en una rueda de prensa haber llamado ayer lunes, día de la toma de posesión de su cargo, al regidor municipal hasta en dos ocasiones para ponerse a su disposición y tratar de establecer algún tipo de relación institucional. Hasta aquí, nada nuevo bajo el cielo. Minutos más tarde, devolvíamos la pregunta al alcalde en rueda de prensa, y fue aquí donde, por primera vez, algo había cambiado. Mientras Caballero había rechazado a lo largo de estos once años, contactar con ninguno de los antecesores de Fernández Tapias, refiriéndose a ellos como secretarios, subsecretarios o incluso comisarios políticos de la Xunta en Vigo, en esta ocasión la respuesta, aunque escueta, tuvo, otro tono y otro contenido,  al asegurar que "tan pronto tenga un ratito libre le atenderé a su gesto de cortesía de haberme llamado", La sorpresa fue mayúscula, pero todavía lo fue más cuando pasadas las dos y media de la tarde, fuentes de la Xunta de Galicia confirmaron que esa llamada ya se había producido y que entendían que se trataba de "una primera toma de contacto absolutamente cordial" dejando así, la puerta abierta a posibles encuentros o conversaciones futuras. Una situación que hasta el momento nunca se había dado, y que podría señalar otro rumbo en las relaciones entre el gobierno autonómico, o al menos, su delegacón territorial en Vigo. Esperemos que así sea.