El transporte público se percibe como el menos seguro a nivel sanitario
Un informe de la Cátedra Transporte y Sociedad de la UPV analiza la movilidad y bienestar durante el pasado confinamiento
Valencia
Durante el confinamiento de los pasados meses de marzo, abril y mayo, tanto las personas que salieron mucho su casa como las que no lo hicieron en absoluto, tuvieron una peor sensación de bienestar. Se sintieron mejor aquellos que tuvieron una movilidad limitada.
Es una de las conclusiones del estudio “Movilidad y bienestar durante el confinamiento por Covid-19 en la Comunitat Valenciana”, realizado por la Cátedra Transporte y Sociedad de la Universitat Politécnica de València.
Tomás Ruiz, Doctor por la Universitat Politècnica de València en Planificación del Transporte, ha avanzado en el programa Hoy por Hoy Locos por Valencia, algunas de las conclusiones de esta encuesta realizada durante el pasado confinamiento, y que ofrece datos relevantes que podrían tener mucha utilidad en hipotéticos futuros confinamientos. Por ejemplo, que el 44,5% de los encuestados manifestaron tener intención de caminar más que antes del confinamiento cuando la situación se normalice. Asimismo, el vehículo privado sería más usado por el 30,6% de los encuestados. Por otro lado, el 64,8% de los encuestados declara tener intención de usar menos el transporte público que antes del confinamiento cuando la situación se normalizara. Por tanto, la percepción durante el confinamiento es que el transporte público colectivo es el modo de transporte percibido como el menos seguro desde el punto de vista sanitario. En el otro extremo, caminar, el uso de la bicicleta y el vehículo privado son percibidos como los más seguros.
Los primeros resultados descriptivos del análisis de los datos disponibles indican que la movilidad total personal ha pasado de los 2,4 viajes por habitante y día en la CV estimados durante 2018 a algo menos de 2,7 desplazamientos por habitante y semana durante el confinamiento, lo que supone una reducción de la movilidad del 85%. Los desplazamientos se realizan muy mayoritariamente a pie (60%), seguido por el coche (34%). El uso del transporte público durante el confinamiento es muy bajo, siendo el grupo que más lo usa los que tienen entre 18 y 24 años (4,3% de sus desplazamientos). De igual forma ocurre con el uso de la bici (máximo el 2,3% para los que tienen entre 25 y 44 años). Casi la mitad de los desplazamientos realizados durante el confinamiento son para compras básicas de alimentación (48,2%). La movilidad por motivo trabajo representa el 24,3%. Y los desplazamientos por motivo cuidado son el 13,7% del total.
Los resultados preliminares del estudio justifican la recomendación de poner en marcha medidas que faciliten la movilidad a pie y protejan al peatón. La necesidad de recuperar la confianza en el transporte público urbano y metropolitano, aumentando las medidas sanitarias y difundiéndolas de forma adecuada. El impulso y la promoción del uso de la bicicleta como forma de canalizar cierta intención detectada a utilizar menos el coche en las grandes ciudades.
Además, para mejorar el bienestar durante el confinamiento es recomendable no limitar completamente la movilidad de las personas, dando la información necesaria sobre los condicionantes de la misma, y alternativas para la realización de actividades imprescindibles que supongan más o menos movilidad (espacios de co-working, jornadas reducidas, tele-trabajo, tele-medicina). Este aspecto es especialmente importante en los jóvenes, por lo que habrá de valorarse bien las medidas de tele-educación que se decidan implementar. Y también en las ciudades pequeñas, por lo que sería recomendable discriminar las restricciones de movilidad según tamaño de la población, siempre y cuando las condiciones sanitarias lo permitan.