Altos cargos para un roto y para un descosido

Bilbao

Cuenta Ángel Toña de su paso por el Gobierno, que los que realmente mandaban eran los viceconsejeros y directores, que los consejeros eran "marionetas a los que llevaban de un acto a otro o a entrevistas". Por eso, quizás, asumimos que sean elegidos por criterios políticos, territoriales y no por expertos en el área que gestionan.

Pero pasa lo mismo en los nombramientos de segundo nivel. Cada consejero quiere hacer su equipo. Así que estos días el Boletín es testigo del baile de vices y directores. En el mismo día cesados en un puesto y nombrados en otro, que no tienen nada que ver. Cesado el director de infraestructuras en Educación, nombrado viceconsejero de administración en Gobernanza pública. La vice de medio ambiente pasa a directora de comercio. La vice de Justicia a directora en transporte. Y sigue y sigue.

Para cuando dominen su trabajo, fin del Gobierno y vuelta a la noria de nombramienos. Menos mal que están los funcionarios para no perder conocimiento y dar continuidad a la Administración. Un día habría que analizar cuál es el coste de estos vicios adquiridos para nuestro sector público.