La UIB iniciará el curso con "presencialidad adaptada", con un coordinador COVID y con un plan de contingencia
Los grupos de hasta 25 alumnos asistirán al aula cada día mientras que los grupos medianos y grandes se desdoblarán
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La UIB presenta el plan de presencialidad adaptada para el curso 2020-2021. / Europa Press
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PALMA
La UIB inicia el curso académico el 28 de septiembre apostando por la presencialidad en grupos pequeños, de entre 20 y 25 alumnos, y por lo que llaman "presencialidad adaptada" en grupos medianos y grandes. En este último caso, se hará un desdoblamiento. Un grupo asistirá cada semana al aula mientras que el otro seguirá las clases por videoconferencia. El objetivo, evitar aglomeraciones y contagios entre el alumnado.
La mascarilla será obligatoria en todo el campus, habrá dispensadores de gel hidroalcohólico en los pasillos y en las aulas y las cafeterías funcionarán con las mismas medidas que otros establecimientos de restauración. Respecto a la presencialidad, los alumnos de primer curso de todas las titulaciones asistirán al campus, ya sean grupos pequeños o grandes. Joan Frau, vicerrector de docencia, destaca que la presencialidad para los estudiantes de primer año es muy importante para que cojan el ritmo y se hagan con el ambiente universitario.
Sobre las prácticas ha dicho que serán presenciales siempre que una asignatura o un profesor lo requiera, sobre todo en laboratorios. No obstante, si hubiera un alumno o un profesor que dé positivo en COVID o tenga una PCR negativa, tras pasar catorce días de cuarentena, esa persona "volvería a desarrollar las actividades presenciales y se haría algún tipo de reprogramación de prácticas para hacerlas presencialmente".
Los estudiantes que tengan necesidades tecnológicas podrán hacérselo saber a la UIB y a través del vicerrectorado de estudiantes les darán respuesta. Además, habrá un coordinador COVID que tendrá contacto directo con Salud, a quien informará de los posibles positivos y de las necesidades sanitarias. Por otro lado, la universidad ha elaborado un plan de contingencia que pondrán en marcha en caso de cerrar un edificio o el campus entero. Este plan establece "las pautas generales y cómo se transformaría la docencia de la presencialidad adaptada a esta situación en que todo sería no presencial".