Asturias retrasa "5 o 6 días" el curso escolar
El Gobierno lo justifica en la necesidad de hacer pruebas PCR a todo el profesorado y que "estén todos en el aula" sabiendo ya el resultado
La reunión del Consejo de Gobierno se retrasó en un día para celebrarla después del Consejo Interterritorial de Salud y Educación / Armando Álvarez
Oviedo
El comienzo del curso escolar se retrasa en cinco o seis días, según ha decidido el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias. Se pretende con ello que todo el profesorado esté en el aula con el resultado de la prueba PCR que se les va a realizar a los 3.800 docentes. Se apuesta por la máxima presencialidad, según la consejera de Educación, Carmen Suárez, con grupos más pequeños, de hasta 20 alumnos, hasta Segundo de Secundaria, hasta 13 años, con garantía de metro y medio de distancia entre alumnos. A partir de Segundo y Bachillerato, se adoptará un modelo de semiprencialidad.
Según ha decidido el Consejo de Gobierno, el inicio del curso en Primaria será el 22 de septiembre, el de Secundaria el 29 o el 30 y el 5 de octubre para el resto. Según la Consejera, el retraso del comienzo de las clases se ha adoptado con el fin de asegurar las máximas garantías sanitarias, ya que es preciso realizar la prueba PCR a todo el profesorado. Se quiere que se los 3.800 docentes se incorporen al aula ya con el resultado. Carmen Suárez cree que las familias entenderán la medida como "una mayor garantía sanitaria, podríamos haber optado por empezar en otras condiciones, pero hemos preferido hacerlo así".
La presencialidad en los centros se hará con grupos más reducidos, de 20 alumnos, hasta los trece años. A partir de esa edad, se ha optado por un modelo de semipresencialidad, alternando los días de presencia en el aula de la mitad de los alumnos con los de la otra mitad. Se dotará de equipos tecnológicos a los alumnos los días que deban permanecer en casa, según la consejera. En cuanto al transporte escolar, los alumnos ocuparán un asiento fijo para todos los días. En el comedor, estarán en pequeños grupos estables, con separación de al menos metro y medio entre grupos.
Carmen Suárez ha reconocido que los posibles contagios van a determinar, en todo caso, la presencialidad. No quiso extenderse sobre un aspecto que es estrictamente sanitario y que ha dejado para una posterior explicación por parte de la Consejería de Sanidad. Anunció que Salud Pública mantendrá reuniones preliminares con todos los centros. En todo caso, precisó que no es lo mismo que se produzca un positivo en un grupo estable a que se detecte una trasmisión entre grupos.
La posibilidad de cierre de un centro quedará a criterio de Salud, analizando la situación concreta, pero adelantó que esa medida no se adoptará salvo que sea imprescindible: “Queremos la máxima normalidad y presencialidad”, precisó la consejera.
