Vuelven a desmantelar un taller clandestino de ropa de marca en Valdemoro
Es la segunda ocasión en solo tres meses
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Las naves de Valdemoro albergaban un taller para la falsificación de prendas de ropa de conocidas marcas. / Guardia Civil
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Valdemoro
Agentes de la Guardia Civil, Policía Nacional y la Agencia Tributaria han tenido que desmantelar de nuevo (la primera fue en marzo y la segunda en junio) un mismo taller clandestino de Valdemoro dedicado a “la producción de prendas de textil que vulneraban los derechos de propiedad industrial de numerosas marcas de reconocido prestigio”, explica el instituto armado en un comunicado.
En total se ha detenido a cinco personas (tres de nacionalidad española, uno de nacionalidad venezolana y, por último, uno de nacionalidad marroquí) y se han intervenido 2.853 artículos que “vulneraban los derechos de numerosas marcas”.
En la primera intervención de marzo los agentes practicaron dos inspecciones en unas naves ubicadas en la localidad valdemoreña, donde “se intervino gran cantidad de mercancía falsificada consistente en zapatillas deportivas, ropa de deporte de clubes de fútbol, de equipos de baloncesto de la NBA y diversas prendas textiles falsificadas”.
En las naves también se halló maquinara para la confección y fabricación de todos los artículos con planchas térmicas, bordadores industriales, plóteres de impresión, plóteres de corte de vinilo e impresoras de gran formato, todo ello vinculado a “programas informáticos que prácticamente permitían a los responsables falsificar cualquier marca y signo distintivo”.
También tenían un dispositivo de envío a domicilio de las prendas que se publicitaban en un página web.
La sorpresa de los agentes llegó cuando, unas semanas después, comprobaron que seguían publicando anuncios online relacionados con la actividad ilícita intervenida.
Luego las investigaciones certificaron que las naves seguían funcionando y había movimiento de dinero en las cuentas asociadas tanto a las personas físicas como a las sociedades de los investigados, “cuya justificación no podía acreditarse por una actividad legal conocida”.
También utilizaban un inmueble de la localidad madrileña de Cubas de la Sagra, donde hacían entrega de los paquetes para su posterior reparto.