Sigue el humo en las terrazas de Alicante en el primer día de las nuevas restricciones anti COVID-19
En muchos bares de Alicante, los cigarros han compartido mesa con los cafés y las cervezas como cualquier otro día, entre las dudas de clientes y hosteleros.
"Le he pedido un cenicero al camarero y me lo ha dado", explican.

Un hombre fuma en la terraza de un bar en una céntrica calle de Alicante, en el primer día de las nuevas restricciones ante la COVID-19 / Radio Alicante

Alicante
El primer día de las nuevas restricciones contra la COVID-19 en la Comunitat Valencia ha transcurrido en Alicante con incertidumbre, dudas y mismos hábitos entre clientes y hosteleros.
Más información
Entre otras medidas, este martes ha entrado en vigor la prohibición de fumar en las playas, en la vía pública si no se puede garantizar la distancia mínima de dos metros entre personas y en las terrazas de los bares, aunque la imagen en estas últimas ha sido la misma que otras mañanas.
Los cigarros han seguido acompañando a los primeros cafés de la mañana y a las cervezas posteriores. En algunos bares de Alicante se ha hecho oídos sordos, bien por los clientes, que no se habían enterado de las nuevas medidas, o por los camareros, que incluso han facilitado ceniceros como cualquier día.
"Yo he pedido un cenicero y me lo han sacado, entonces he dado por hecho que sí se podía fumar en la terraza", cuenta una clienta de un bar del centro de Alicante. A pocas calles, la misma experiencia: "creo que no se respeta la distancia, pero le he pedido permiso al camarero y me ha dicho que podía fumar", admite otro hombre.
"Le he pedido un cenicero al camarero y me lo ha dado"
00:53
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
No obstante, la medida no se ve con malos ojos por los propios fumadores. Algunos no la entienden o no la comparten, pero en general la aceptan sin demasiadas reticencias.
"Yo ahora estoy desayunando sin mascarilla y cuando acabe voy a fumar, no tengo a nadie delante y creo que no es positivo, pero si no puedo fumar no fumaré", señala un hombre que ultimaba su tostada, cigarro en mano, mientras que otro en la mesa de al lado añade: "me es indiferente; si no tengo que fumar, no fumo".
Además, la mayoría afirma que no dejará de consumir en las terrazas por estas restricciones y que fumarán, dicen, cuando terminen el café o la cerveza.
Entre los camareros, la misma incertidumbre. Admiten que los clientes "tienen dudas de si pueden fumar o no" y que ellos mismos no saben "si ya es oficial", pero en general coinciden en que los fumadores "no se están quejando".