Política
Botellón

Los municipios costeros, en guerra contra el botellón y el coronavirus

Las estrategias de los ayuntamientos para frenar el botellón y la transmisión de la COVID-19 pasan por la vigilancia policial y la oferta de alternativas de ocio para los jóvenes

Un grupo de jóvenes son sorprendidos haciendo botellón en una playa de la Barceloneta, en una imagen de archivo / Miquel Codolar (ACN)

Bilbao

Al igual que con la seguridad vial y el cinturón, los rebrotes de coronavirus en Euskadi están demostrando que el alcohol y la mascarilla no son buenos compañeros de noche. Algunos de los rebrotes en el País Vasco han estado relacionado con bares de copas, discotecas y otras celebraciones. Sin embargo, con la limitación horaria del ocio nocturno, algunos jóvenes han optado por un plan B para no parar la juerga estival: el botellón.

El consumo de alcohol en la calle está prohibido en el mismo decreto que limitó el ocio nocturno y cerró las lonjas juveniles. Sin embargo, son varios los incidentes que se han registrado en los últimos días a raíz de aglomeraciones de personas que deciden seguir consumiendo alcohol en la calle cuando los bares ya no sirven más porque la ley se lo prohíbe.

Vigilancia policial

Ahora, ese problema se agrava con la llegada de más turistas a los municipios costeros en este mes de agosto. Un mes en el que también se conmemoran muchas fiestas locales que este año no se pueden celebrar por los riesgos sanitarios que suponen, pero que sí pueden dar pie a botellones clandestinos.

Frente a este problema, los municipios del litoral están adoptando dos estrategias distintas. Por un lado hay pueblos como Lekeitio que están apostando por reforzar la vigilancia y el control, con más patrullas de Ertzaintza y Policía Municipal para evitar que proliferen los botellones. Koldo Goitia, alcalde de la localidad, cree que esta es la forma de evitar los botellones y los contagios que pueden suponer.

"Los botellones siempre han existido, pero en este contexto de pandemia nos preocupan", afirmaba el alcalde. Este verano la Policía Municipal está haciendo, por primera vez, turno de noche con el objetivo de vigilar que no se den comportamientos que contradigan lo establecido por el departamento de Salud. "La población se está portando bien, pero explicaba el regidor siempre hay excepciones".

Algunos municipios se han planteado medidas todavía más restrictivas con el ocio nocturno, pero no es el caso de Lekeitio. Goitia es consciente de que gran parte de los ingresos de su localidad dependen del turismo y de las segundas residencias, así que por el momento no pasa por los planes de Lekeitio imponer más restricciones a la hostelería.

Alternativas al botellón

Otros ayuntamientos costeros están tratando, más allá de vigilar el cumplimiento de las normas sanitarias vigentes, de ofrecer alternativas al botellón para los jóvenes. Es el caso de Bakio. Según su alcaldesa, Amets Jauregizar, "hay que tener mano dura con el botellón", pero "todos hemos sido jóvenes y los ayuntamiento tenemos que ofrecer a toda esta 'chavalería' una alternativa de ocio".

Una alternativa que en el Ayuntamiento de Bakio están orientando hacia la oferta cultural, con un cine de verano y otras actividades en la que están trabajando para "cubrir ese ocio", según la regidora, que también reconoce que "los jóvenes tienen que entender que este verano tienen que estar más formales que otros años".

José Manuel Navarro

José Manuel Navarro

Periodista e historiador. Murciano. Ahora aquí y en Crónica Vasca. Antes, en Radio Bilbao, Radio Murcia...

 
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