Carramimbre: Exquisitez en el vino

Aranda de Duero

El balcón de la Ribera se abre de par en par por un buen motivo. Y es que no todos los días se adentra uno en el ‘top’ de bodegas más relevantes de una denominación de Origen. Carramimbre forma parte de él, y con uno de sus máximos representantes, como es Óscar Mendiluce, conocemos de cerca a este grande vitivinícola que exporta sus vinos en 30 países. "Tres amigos de la zona, empresarios de otros gremios, decidieron dar el paso a finales de los 90, y no se equivocaron", cuenta.

En el pago el pingón, a escasos 3 kilómetros de Peñafiel, cuenta con más de 60 hectáreas de producción de viñedo y una capacidad de 900.000 kilos. "Es una bodega humilde y lo principal que tenemos es el trato humano, poco a poco hemos ido creciendo y la cercanía con la gente de la calle es lo principal", especifica Óscar.

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Ante tanta calidad, cuidado y selección de uva, los vinos que se elaboran en Carramimbre no pueden tener mayor calidad. Por eso, hay que apuntar con cuaderno y pluma los nombres que facilita Mendiluce. "Tenemos joven roble, crianza, reserva y vino de autor. Hacemos vinos enfocados a la gente joven, vinos alegres y fáciles de beber, vinos bien ensamblados donde queremos que predomine la fruta sobre la madera, estamos encaminados a hacer estos vinos", cuenta.

Pero si tuviéramos que quedarnos con uno de ellos, ¿cuál elegimos? "Los crianza son los que más me gustan, son los que tienen el término medio, y aquí en la bodega les damos mucho cariño porque hacemos mucho énfasis en esa crianza. El 2017 ha tenido muy buena puntuación y eso demuestra que estamos haciendo bien las cosas", sentencia Óscar.

Como fruto de sus buenos vinos, estos han sido distinguidos con numerosos reconocimientos, siendo excelentemente valorados por la Guía Peñín, Wine Spectator o Wine Enthusiast. Menciones o galardones que entienden de calidad, y por ello entre los cuales se sitúa Bodegas Carramimbre.

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