Junta y Universidad de Valladolid abogan por reforzar la investigación, "la mejor vacuna" para salvar vidas
La UVa rinde homenaje a los voluntarios del laboratorio de PCR que llegó a procesar casi 10.000 muestras durante la pandemia
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Las consejeras de Sanidad, Verónica Casado, y de Educación, Rocío Lucas, asisten al acto de homenaje y agradecimiento a los investigadores voluntarios del Laboratorio de Análisis PCR de SARS-CoV-2 (LAPCoV) promovido por la Universidad de Valladolid. Junto a ellas, el rector de la UVa, Antonio Largo, y el de la UBu, Manuel Pérez Mateos / ICAL
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Valladolid
La importancia de reforzar la investigación, potenciar los laboratorios y prestar mayor apoyo a la ciencia como principales armas para hacer frente a una pandemia como la del COVID-19 fueron las conclusiones a las que se llegó en el homenaje que hoy rindió la Universidad de Valladolid a los investigadores voluntarios del laboratorio de análisis por PCR de muestras para el diagnóstico del Covid-19 LAP-COV, que se instaló el edificio LUCIA de la UVa para dar soporte a Sacyl en uno de los peores momentos del coronavirus.
Un agradecimiento que fue mutuo, pues esta situación también ha permitido a los científicos demostrar la utilidad de su trabajo para generar riqueza y bienestar en la sociedad, pero también para devolver a la sociedad todo lo que le ha dado. Así lo explicó Carmen Herrero Sánchez, una de las 37 voluntarias que trabajó de forma altruista en el laboratorio para reforzar los servicios de diagnóstico de Sacyl, y que permitió procesar hasta casi 10.000 muestras procedentes de diferentes provincias, incluidas parte de las que se utilizaron para realizar el estudio nacional de seroprevalencia.
Minutos antes de asistir al acto, las consejeras de Educación, Rocío Lucas, y Sanidad, Verónica Casado, insistieron en la necesidad de este homenaje, “muy merecido”, y destacaron la “importancia y la implicación” de la Junta con la ciencia y la investigación, y del “talento y compromiso” de los científicos de la Comunidad.
En concreto, Lucas destacó el trabajo conjunto y colaborativo de la Universidad de Valladolid, con la de Burgos, el CSIC y el ITACyL. “Los esfuerzos que se hagan en materia de investigación son pocos y es necesario reforzarlos y potenciarlos”, algo en lo que trabajará al frente de la Consejería de Educación.
En este sentido, recordó la línea que se puso en marcha en colaboración con el Carlos III, que ha permitido que 17 proyectos estén en marcha.
Por su parte, la consejera de Sanidad agradeció el trabajo de estos investigadores para controlar la incidencia de la enfermedad, más en un momento en el que la “obsesión” de su departamento pasaba no sólo por contar con epis para los profesionales, sino también con pruebas PCR para diagnosticar y despistar. También, recordó la implicación de Sacyl con la investigación, a través de un fondo de ayudas de 2,5 millones y otro adicional de 300.000 euros.
Mientras, los rectores de las universidades de Burgos y de Valladolid, Manuel Pérez y Antonio Largo, se refirieron al papel de estas instituciones académicas y al valor de la cooperación en beneficio de la sociedad. Ambos destacaron la necesidad de seguir invirtiendo en ciencia pues, en palabras de Pérez, “no hay mejor vacuna que la inversión en investigación”.
450 muestras diarias
El Laboratorio de Análisis PCR de SARS-CoV-2 (LAPCoV), promovido por la Universidad de Valladolid y validado por el Instituto de Salud Carlos III para la realización de pruebas de diagnóstico por PCR, comenzó a funcionar a mediados del mes de abril. Con una capacidad para procesar 450 muestras diarias, se constituyó con personal de la propia Universidad de Valladolid, la Universidad de Burgos, el CSIC y del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL).
Las pruebas diagnósticas se han realizaron en las instalaciones del edificio LUCIA, en el campus Miguel Delibes, dotado con un laboratorio de bioseguridad para trabajar con muestras infecciosas de nivel 3, y con equipamiento cedido por el resto de instituciones implicadas en la iniciativa.
El LAPCoV se puso en funcionamiento, en un tiempo récord, 17 días, en uno de los peores momentos de la pandemia, y después de que la Consejería de Sanidad instara a la institución académica a dar soporte a Sacyl para aumentar la capacidad de análisis de las muestras de los pacientes.