Cava valenciano: Lo que la polémica del nombre esconde

Valencia

La polémica generada por el nombre del cava valenciano es la punta del iceberg de un acuerdo histórico para los productores de uva de la zona. Por primera vez el excedente de vino base para elaboración de cava de aquí podrán utilizarlo (cumpliendo con unos estrictos porcentajes) las otras Denominaciones de Origen para sus cavas reserva y gran reserva. Hasta ahora ese vino base solo podía destinarse a los de menor calidad.

De esa forma se resuelve un doble problema, como ha explicado a la SER, el secretario autonómico de agricultura, Francisco Rodríguez Mulero. Por un lado el de las denominaciones deficitarias en vino base que pueden atender sus necesidades. Y por otro, en el caso valenciano, el de los productores de aquí porque actualmente la industria del cava de aquí, con capacidad para comercializar entre 10 y 12 millones de botellas, no puede asumir todo el vino base que aquí se puede producir, en las 3.500 hectáreas existentes para ello, y que permitiría llegar hasta 30 millones de botellas. Su capacidad máxima de comercialización estaría, en un escenario optimista, en poco más o menos la mitad.

De esa forma, se garantiza la viabilidad de esas 3.500 hectáreas de producción. Y en cuanto a la polémica del nombre, Rodríguez Mulero, considera acertada la rectificación y confía en un nombre que, sin renunciar a la localización, tenga la buena respuesta comercial que pretenden los elaboradores.