¿Por qué no hay un museo a la resistencia de Madrid?

Madrid

Las piezas del periodista Mauro Bajatierra, un periodista autodidacta que contó la guerra desde la trinchera, acaban de llegar a las librerías. Fueron escritas entre 1936 y 1937, y llevaban desde entonces sin ver la luz. Muchas de ellas, redactadas desde el frente de Usera, un distrito que hoy apenas se parece al que existió durante la guerra. Sus retratos aparecen recogidos en Crónicas del frente de Madrid, un libro publicado por la editorial Piedra Papel, que acaba de llegar a las librerías. Son memorias recogidas por el historiador Julián Vadillo, que lleva unos 15 años descubriendo a Bajatierra. 

"¿Por qué no hay un museo a la resistencia de Madrid?", se pregunta Vadillo. Como cuenta, Madrid pasó tres años bajo el asedio de los alemanes y de los fascistas italianos. Las capitales europeas que vivieron historias similares sí cuentan con sendos homenajes a sus años bajo el asedio de los totalitarismos. En cualquier caso, estos textos sí componen ese homenaje al Madrid que resistió. Y, más allá de los enclaves más reconocidos, nos lleva hasta otros destinos de la guerra, como  Villaverde, Argüelles, o Pozuelo, El Plantío y Boadilla. El río Manzanares, lejos del que existe ahora, resultaba toda una frontera natural, cuando bajaba corajudo. 

Pero no solo los lugares. Bajatierra era todo un desconocido hasta la llegada de este libro. Natural del barrio de la Guindalera, fue panadero desde pequeño. Sus peripecias como redactor llegaron después, como buen autodidacta. También fue novelista. Su historia nos lleva a tiempos en los que los panaderos conformaban la sociedad de las Artes Blancas, y en las que su labor, creando alimentos, estaba plenamente reconocida. Murió cuando entraron las tropas de Franco en Madrid. Y, como lamenta Vadillo, "sus restos, como los de tantos otros, se encuentran en alguna tumba desconocida y de tercera".