Pinchazo de Osasuna en Sevilla

Pamplona

Por algo Osasuna no juega nunca en Sanfermines. Tampoco este año en el que no se celebran las fiestas de esta gloriosa ciudad, lo hicieron, lo de jugar digo, los rojillos. Osasuna no compareció en el Villamarín ante un Betis que demostró jugarse al menos algo. Se podrá buscar la excusa de las bajas (en la delantera), de las altas (temperaturas) e incluso el comodín del presupuesto rival (el Betis casi triplica el de los rojillos). Más difícil es explicar la imagen ofrecida por Osasuna en Sevilla. Jagoba Arrasate apostó como suele ser habitual por las rotaciones ante la carga de partidos. 7 cambios para meter gente de refresco que no tuvo su efecto. 

Osasuna salió con la caraja a veces de los 8 de julio. Cuando coges las fiestas con ganas el 6 con el chupinazo, el 7 celebrando el día del patrón y la empanada te llega el 8. Así salieron los rojillos al Villamarín que para los 3 minutos ya perdían con un gol de estrategia mal defendida. Y como si fuera un calco de lo sucedido en Valencia hace unos días para los 24 minutos encajaba el segundo a la contra. La diferencia con Mestalla es que el equipo no tuvo capacidad de reacción tras el descanso como para pensar en sus opciones de meterse en el partido.

El carácter del capitán Oier en la segunda mitad y los arreones de Estupiñán, Roncaglia, Nacho Vidal y Tello en propia puerta, fueron los únicos momentos que despertaron del letargo a la parroquia rojilla. Y las paradas de Sergio Herrera y la pólvora mojada de los delanteros béticos Borja Iglesias y Fekir evitaron una goleada todavía mayor. Roncaglia, que salió para jugar como tercer central, fue el encargado de realizar el primer disparo entre los 3 palos de Osasuna en la recta final del partido.

Con el tiempo cumplido Aleñá cerraba el 3-0 definitivo a pase de Loren y daba por finiquitado un partido para olvidar. Osasuna truncaba su racha de 4 partidos consecutivos sin perder con su pinchazo en Sevilla y volviendo a las andadas de la mala imagen ante el Atlético o en Valencia. La próxima cita el sábado en el Sadar ante el Celta con el reto de cambiar la cara del equipo y demostrar si sigue en lucha por acabar lo más arriba posible o si ya dan por hecha la temporada aunque tengamos partidos aún hasta el 19 de julio.