El peso de una subasta en el arte y el vino
Con Rodrigo Juarranz y Fernando Ortiz repasamos la importancia de este acto que pone precio y categoría a diversos objetos
Subasta / Getty Images
Aranda de Duero
Es una parte del arte y del vino. Las subastas tienen muchos años de existencia y siguen siendo relevantes. Siguen marcando el precio ‘real’ de los objetos. También del vino y del arte. En nuestro tiempo de Maridaje con Fernando Ortiz y Rodrigo Juarranz lo hemos repasado este viernes.
En el mundo del arte las subastas forman parte del día a día. “Las subastas son necesarias para conocer el precio real. El precio real lo pone el mercado, la obra más cara se vendió en 2019 en 110 millones de dólares, y se había comprado un año antes por 80. Esto es lógico, obras de grandes artistas cada vez son más escasas porque las quieren mantener, cuando sale una cualquier coleccionista del mundo va a querer hacerse con ellas. Picasso, Miró, Monet… Son artistas que cotizaron millones de dólares, hablamos de oferta y demanda”, repasa Juarranz,
Ocurre lo mismo en el vino. Ortiz cuenta que “hay piezas muy codiciadas que solo se pueden adquirir a través de subastas”. “El mercado del vino se basa más en los premier -comprar vinos antes de que salgan - que en la subastas. Esto se hacía mucho, y es una de las fórmulas más usadas, sobre todo en Francia. Si te haces con muchas botellas, puedes luego especular con ello”, añade.
Juarranz, desde la experiencia personal, relata que “en las subastas te hacen encargos, yo he acudido a subastas para comprar obras, y es cierto que tienes un techo limitado; yo quise una obra de Nueva York y cuando llegó mi turno apareció multiplicado por diez… Es cierto que se sobredimensiona”, cuenta.
¿Pero las subastas de vino son para coleccionar o para beber? Fernando Ortiz especifica que “muchas de las subastas son para bebérselas, aunque se subasten vinos antiguos”. “Luego hay gente que lo guarda, el coleccionismo más grande en el vino son quienes se lo beben, no que quien se lo deja en la estantería”, apostilla. Precisamente, en Bodega Don Carlos “sí tenemos alguna cosilla destacada pero nos basamos en tener joyas únicas de Ribera del Duero que es el que nos gusta, pero sobre todo cosechas antiguas y pequeños productores”.
Y sobre el éxito de salir ‘vencedor’ en una subasta, Rodrigo relata su experiencia. “Yo me he quedado con alguna obra que consideraba piezas especiales que luego costarían encontrar. Más de uno ha caído en mis manos”, asegura.
La subasta no solo pone precio, también engrandece o empequeñece. En una ocasión más, hemos podido comprar que el vino y el arte, tienen demasiadas cosas por igual.
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