La nueva mina de potasa: en Sangüesa, para 2023 y 800 empleos durante 20 años
La Fundación Sustrai Erakuntza advierte sobre las consecuencias de una gestión poco sostenible de esta mina
Pamplona
Está previsto que en 2023 comience la producción de la nueva mina de potasa y sal que se va a construir en los alrededores de Sangüesa. Un proyecto que supondrá una inversión cercana a los 500 millones de euros en la región y que creará hasta 800 empleos directos durante 20 años, que es el tiempo estimado de vida que tendrá la mina.
Cuando ese tiempo se agote, y con el recuerdo del cierre de la planta de Aoiz en la mente, el director de Relaciones Institucionales de Geo Alcali, Ricardo Pérez, empresa que va a gestionarla, ha asegurado en la SER que "intentaremos que haya una especie de sucesión en esos puestos de trabajo mediante la creación de infraestructuras, talleres auxiliares, empresas alternativas a la minería, etc.".
Respecto a la producción de potasa y sal que se extraiga, Pérez ha explicado que más de la mitad se exportará, y que el resto se tratará a 400 km como máximo de la mina. Ha aseverado que, aunque sería deseable, en estos momentos no hay una industria que trate la potasa en Navarra.
Desde la Fundación Sustrai Erakuntza, que ha presentado un informe sobre la situación actual de la minería en Navarra, el geologo Antonio Aretxabaleta ha advertido sobre las consecuencias de la huella de carbono que lleva aparejada esa exportación. Asimismo, ha recordado que el futuro debe estar ligado con la sostenibilidad de la producción.