Cooperativa La Aliaguillera, mantener la ilusión contra los elementos

Aliaguilla

En la frontera con la Comunidad Valenciana, rodeada de montes y con temperaturas muy variables, se sitúa Aliaguilla, municipio conquense cuyo vino se enmarca dentro de la DO Manchuela. Su Cooperativa, La Aliaguillera, lleva en pie desde 1948 y a lo largo de todo este tiempo ha luchado por seguir haciendo vino en un territorio donde la despoblación y la poca cantidad de viñedo hacen que sea complicada la subsistencia. Tal y como asegura el gerente José Sillas, la ilusión es la que les ayuda a ir sobreviviendo.

Con alrededor de 110 socios y 400 hectáreas de viñedo de secano, esta cooperativa ha ido invirtiendo en su modernización para poder producir vinos de calidad, asegura Silla que el problema es que habría que apostar por invertir en comercialización, porque “la calidad de nuestros vinos no es peor que la de muchos otros que se venden más”. Una filosofía de “perder para ganar” con la que no todos los socios comulgan. La estricta tradición y el temor a los cambios son dos de los grandes hándicaps con los que se encuentran muchas pequeñas bodegas como esta y sin embargo, a pesar de las dificultades, han logrado hacer una página web a través de la que venden sus vinos de Bobal y Cencibel,www.aliaguillerabodega.com Una ventana al mundo a la que nos animan a asomarnos.

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El futuro inmediato pasa por seguir invirtiendo en mejorar las instalaciones, y con algo de suerte, en la comercialización de los vinos. José espera que la cooperativa siga hacia adelante como siempre lo ha hecho, aunque tras un silencio prolongado, asegura pensativo que “el mundo del vino es muy complicado”.