La defensa trae el liderato
Valencia Basket se aplica detrás tras un primer tiempo muy desacertado y se pone en cabeza del Grupo B
GRAFCVA6105. VALENCIA, El alero del Valencia Basket, Alberto Abalde, trata de superar la defensa del escolta canadiense del Casademont Zaragoza, Dylan Ennis, durante la disputa del tercer partido de la segunda jornada del grupo B de la fase final de la Liga ACB en el pabellón de la Fuente de San Luis de Valéncia. EFE, Manuel Bruque / Manuel Bruque (EFE)
Valencia
En el estreno competitivo del pasado jueves, quedó claro que hay dos jugadores de Valencia Basket que están varios peldaños por encima del resto en el apartado físico: Alberto Abalde y Mike Tobey. Jaume Ponsarnau se aferró a ambos en el quinteto inicial buscando un inicio confortable. A pesar de los cuatro puntos y cuatro rebotes del pivot de Monroe en siete minutos, Casademont Zaragoza castigaba las dudas defensivas del conjunto taronja (12-12) antes del primer tiempo muerto de la televisión. Sin Van Rossom en pista -como es habitual-, el estático de Valencia se volvió precipitado y caótico. Mientras, el alemán Benzing, en dos transiciones fulgurantes, sembraba el pánico en La Fonteta con dos triplazos lejanos desde la parte derecha del perímetro a la conclusión del primer cuarto (15-20).
Transcurridos tres minutos y medio del segundo parcial, Ponsarnau se veía obligado a parar el partido. Pérdidas de Colom, mala selección de tiro... y Benzing viendo el aro como una piscina. Cuatro triples en cinco intentos del teutón y una renta maña (24-31) que encendía todas las alarmas. Presa de los nervios y la ansiedad, Valencia Basket quiso remontar antes del descanso con más corazón que cabeza. Y el baloncesto no es tan sencillo. Con precisión quirírgica, Carlos Alocén supo detectar todas las carencias en el posicionamiento de su rival para llevar la diferencia a las dobles figuras con un recital interminable de penetraciones, bandejas y hasta un triple lejano. Abalde maquillaba levemente el asunto al filo del descanso. Pero el electrónico era preocupante al intermedio (35-45). Un dato que retrata la falta de personalidad y la ansiedad taronja en el primer tiempo. Teniendo tres faltas por hacer, los jugadores que entrena Ponsarnau dejaron hacer su último lanzamiento a Zaragoza. Cinco personales en veinte minutos. Cinco. Como si fuera un amistoso. Y no lo era.
En la pausa, el técnico catalán debió recordar a los chavales que la clave para alcanzar la práctica totalidad de éxitos recientes ha residido en la defensa. Pasando los bloqueos por delante, aplicando traps en las esquinas, presionando al hombre con balón y teniendo algo -no mucho- de disciplina detrás, el equipo se puso a tres (49-52) gracias a dos tiros libres de Mike Tobey en la recta final del tercer cuarto. En el estático siguiente, Labeyrie empataba con un triple lateral marca de la casa (52-52). Vuelta a empezar. Otro tiro de tres, en este caso frontal y a cargo de Dubi, generaba un esperanzador 59-55 a falta del último periodo.
El parcial final fue de tremendo sufrimiento. Presa de la ansiedad, Valencia Basket no fue capaz de soltarse los nervios hasta que, a falta de 3:32, Abalde culminó una rápida transición tras asistencia de San Emeterio y se fue de cinco (72-67). Antes, Van Rossom había enchufado una de sus suspensiones académicas desde más de siete metros. Un 2+1 de Tobey tras ponerle un tapón a Barreiro otorgaba al anfitrión la máxima renta de la noche (75-67). Fue la acción que acabó con la elogiable resistencia de Zaragoza. Un dignísimo rival.
Valencia afronta el encuentro del próximo lunes contra el Real Madrid como líder del grupo B... pero todavía lejos de su mejor nivel. Ponsarnau tiene 48 horas para seguir buscando soluciones.
Fran Guaita
Jefe de Deportes en Radio Valencia y director de SER Deportivos Valencia
