Obispos vs políticos

Jerez de la Frontera

Hay una parte de ‘los zurdos’ de este país que no está nunca tranquila si, cuando hace alguna reflexión -sea pública o privada- no atiza a la iglesia católica o a su jerarquía. Los mismos que después son incapaces de alzar la voz, muy valientes ellos, frente a los ‘desmanes’ de otras confesiones religiosas. Aunque también es verdad que es lo lógico, ya que solo se le tiran piedras al árbol que más frutos da…

Lo cierto y claro es que, a pesar del compromiso social con este país de la iglesia católica, puesto una vez más de manifiesto en esta difícil etapa del Covid-19, me ha venido a la mente cómo hay otra ‘jerarquía’ tan cuestionable como la de la iglesia católica y que pasa para éstos como de puntillas: la jerarquía política de este país.

Desde hace ya algún tiempo, a la política llega mucha gente con una sola idea, la de perpetuarse en el cargo, hacerse fuerte y vivir de la res publica. Gente, a los más altos niveles de decisión que carecen de la más mínima formación académica, que jamás trabajaron en la empresa privada (sometida siempre a muchas más exigencias), y que su único mérito es tener el carnet del partido. Muchos no tienen bastante con lo que ganan por su ‘trabajo’ que les parece poco y tienen que lucrarse -directa o indirectamente- de las arcas públicas. Gente que después ‘mata’ por no bajarse nunca más del coche oficial. Esa jerarquía a la que ya empiezan a suceder en sus cargos, después de más de cuarenta años de democracia, hasta sus propios hijos.

Yo que quieren que les diga, los obispos serán lo que sean, pero sus decisiones no afectan a la ciudadanía. Uno puede vivir de espaldas a lo que digan los mitrados. Lo que, desgraciadamente, no podemos hacer es vivir de espaldas a los políticos que los partidos ‘colocan’. Como decía mi padre: «unos mean en la lata y no suena…y otros mean en paja, y suena.