2 años y 4 meses de prisión para un inspector de los Mossos por el desalojo de la Plaza Cataluña el 15M
El actual jefe del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de Barcelona, ascendido después del juicio, fue juzgado por agredir, al menos, a 5 manifestantes durante el desalojo del 15-M de Plaza de Cataluña en 2011
Barcelona
La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años y cuatro meses de prisión al inspector Jordi Arasa, actual jefe de los antidisturbios del Área de Regional de Recursos Operativos (ARRO) de los Mossos d'Esquadra en Barcelona, por dos delitos de lesiones, según ha avanzado la SER. Fue juzgado a principios de este año acusado de agredir a al menos cinco manifestantes en el desalojo del 15-M de Plaza Cataluña. La fiscalía pedía para él 2 años de prisión y 1.700 euros y la acusación de las víctimas lo elevaba además de 8 años de prisión. Arasa queda también suspendido para ser policía o tener cualquier cargo público durante los 2 años y 4 meses de la condena. Además, tendrá que indemnizar a cuatro de las víctimas a entre 520 y 280 euros, dinero que tendrá que pagar la Generalitat como responsable civil subsidiario.
Jordi Arasa fue ascendido a jefe del ARRO de Barcelona a mediados de marzo, 15 días después de que el juicio quedara visto por sentencia, una vista a la cual se presentó traje con uniforme y recibió las críticas del tribunal. "En una sala de justicia no se puede entrar con uniforme ni armas, cuando se va como acusado", lo riñó la magistrada. La sala considera probado que Arasa golpeó a los indignaods de forma indiscriminada. Es el caso de Paula, una joven de 24 años, que según la sentencia, se encontraba "hablando con unas amigas en un ambiente tranquilo", "no estaba insultando, ni agrediendo, ni tirando nada a los agentes, sino que estaba sentada pacíficamente hablando con sus amigas, cuando, de pronto, y sin necesidad de uso de la fuerza, Jordi Arasa se acercó a ella por detrás, la cogió por los cabellos y le golpeó dos veces con la defensa al muslo y la pierna".
Una hora después hacía lo mismo con Jordi, otro de los indignados golpeados. La víctima llevaba un cartel donde se leía "somos gente de paz". Según la sentencia, "ningún agente le pidió que lo apartara de donde estaba sentado, cuando de sobre, Arasa se dirigió hacia él y lo golpeó en las piernas y en la cabeza, no siendo necesaria la fuerza".
El tribunal tilda de injustificada la actuación del inspector para desalojar los manifestantes. "En ninguno de los casos estaba justificado que el acusado hiciera uso de la defensa y no cabe el error porque no actuó ante ninguna situación de riesgo para proteger ningún bien jurídico", concluyen las magistradas, que consideran que el dispositivo policial tenía como objetivo permitir "la entrada y salida de los camiones de limpieza y, por eso, en ningún caso estaba justificado golpear a ninguna persona".
El tribunal destaca además que la concentración fue pacífica: "no hubo enfrentamientos con la policía, las líneas policiales no se hicieron para contener a la gente sino para controlar que nadie saliera Plaza o entrara", explica la sentencia sobre un dispositivo que dirigía Arasa y que el departamento de Interior nunca investigó.
Este inspector de Mossos, muy controvertido entre los movimientos sociales, ya fue condenado por la Audiencia de Barcelona por causar lesiones al exdiputado de la CUP, David Fernández, en aquel mismo dispositivo el 26 de Mayo de 2011. Durante el juicio, el inspector reconoció haber usado la defensa policial de forma antirreglamentaria, pero dijo no reconocerse a la decena de imágenes donde se lo veía golpeando manifestantes.