Al Valencia le conviene renovar el contrato de determinados jugadores para mejorar su Fair Play

Valencia

El Director Deportivo del Valencia, César Sánchez, tiene en mente la renovaciones de varios jugadores clave en la espina dorsal del equipo. Más allá de las enquistadas de Ferran Torres o Ezequiel Garay, hay otras piezas con las que no se espera que haya demasiados problemas para ampliar sus contratos como son José Luis Gayà, Francis Coquelin, Gabriel Paulista o Daniel Wass.

El Valencia tiene un problema económico importante, porque su margen económico para la confección de su próxima plantilla se va a ver reducido respecto al anterior. Será un descenso moderado si repite participación en Champions (salvo que haga alguna venta importante) y será un descenso devastador si no consigue meterse en comperticiones europeas.

Ante este panorama, acometer renovaciones importantes podría resultar contradictorio, pero en determinados casos podría ser todo lo contrario; es decir, que renovar a jugadores como Gabriel o Coquelin sería beneficioso para el club porque en vez de aumentar su coste de plantilla, lo reducirían. El porqué está en que la probable subida de sueldo de estos jugadores quedaría compensada con creces con el reparto de la amortización pendiente del coste de sus fichajes a lo largo de las siguientes temporadas.

Lo explicamos con ejemplos concretos:

Coquelin termina contrato en junio de 2022, es decir le quedan dos años y una amortización pendiente de su fichaje de 4,4 millones de euros. Su salario bruto por temporada es de 4,2 millones de euros. Supongamos que renueva por dos temporadas más, hasta junio de 2024 y pasa a cobrar 4,5 millones. Por un lado el Valencia tendría que computar en sus números de confección de plantilla un aumento de 0.3 millones de euros, pero los 4,4 millones pendientes de amortizar ya no se repartirían entre dos temporadas sino entre cuatro. Es decir, el Valencia, en vez de contabilizar en sus cuentas anuales una amortización de 2,2 millones de euros, pasaría a contabilizar una de 1,1 millones. En resumen, Coquelin le cuesta esta temporada al Valencia 4,2 de salario más 2,2 de amortización anual = 6,4 millones. Si se da esta renovación pasaría a costarle 4,5 de salario más 1,1 de amortización anual = 5,6 millones. El Valencia se habría ahorrado 800.000 euros con esta renovación de un jugador importante de su plantilla.

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Hagamos lo mismo con Gabriel, que también termina contrato en 2022, que cobra 4,5 millones de euros brutos y que tiene una amortización pendiente de 4,8 millones. Pongamos una renovación también de dos temporadas más y un aumento de sueldo de 4,5 a 5 millones de euros por temporada. Gabriel este año le está costando al Valencia 4,5 de salario más 2,4 de amortización = 6,9 millones, pero pasaría a costarle con su aumento de sueldo, 5 de salario más 1,2 de amortización = 6,2 millones. El club se ahorraría en su Fair Play Financiero 700.000 euros con esta importante renovación.

Caso diferente es el de Gayà, al ser un canterano. No hubo fichaje y por lo tanto no tiene una cantidad de amortización repartida entre sus años de contrato. En este caso cualquier aumento de sueldo y de años de contrato supondría un aumento directo en el coste de plantilla. Es decir, a efectos de Fair Play Financiero su repercusión sería negativa, aunque evidentemente su renovación sería una gran alegría en el capítulo estrictamente deportivo.