Como un pulso: mentiras, medias verdades y heridas familiares provocadas por la dictadura

Alicante

Una novela que comienza y termina en Alicante. Una historia que comienza con la detención en 1975 de una joven embarazada por la Brigada Político-Social -la «secreta» franquista- y termina con la firma de su hijo en un documento notarial, en 1996. Durante esos 20 años, una maraña de mentiras y medias verdades, de intentos de solución y soluciones a medias. Y, por fin, la verdad.

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Inspirada en hechos reales, Como un pulso (Caligrama Ed. 2020), de Isabel Alonso Davila, explora los territorios de las relaciones familiares durante una época en que unos nuevos modos de vida chocaban bruscamente con los viejos modelos de la dictadura.

Como Julia Ávila, durante su etapa de estudiante de Historia y militante del PCE, Isabel Alonso Dávila (Salamanca, 1953) fue detenida por la Político-Social en tres ocasiones entre 1971 y 1975, una en Valencia y dos en Granada. En dos de esas ocasiones terminó con los huesos en la cárcel. La muerte de Franco en noviembre del 75 la devolvió donde siempre debieron estar los que lucharon contra la dictadura, al otro lado de los barrotes. Su expediente policial no deja lugar a dudas. ¿Un trabajo biográfico? No. O sí. O casi. «Una vez que cambias los nombres de los personajes te das permiso para alejarte de la realidad histórica».

Una novela que, aunque recorre gran parte de la piel de toro, comienza en una notaría de Alicante y termina frente a un arroz con alcachofas y sepia en el Club de Regatas. Un buen puñado de renglones recorren la ciudad en la que viven los padres de la protagonista de Como un pulso: la Explanada, la catedral de San Nicolás, el Nou Manolín, El Jumillano, El Campello, el Montíboli de Villajoyosa, La Manzanera de Bofill en Calpe... Y la mítica Casa Pinet de Jeroni Moncho, en Tárbena, donde Julia celebra legalización del Partido Comunista el 9 de abril del 77 y donde también estuvo Isabel: «La protagonista siempre vuelve».

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«Siempre implicada en alguna lucha», historiadora, feminista, presidenta de la Asociación Derecho a Morir Dignamente (DMD) de Cataluña, Isabel Alonso Dávila ha charlado con Carlos Arcaya en Hoy por Hoy Alicante desde Barcelona, donde reside desde hace años y donde la jubilación le ha regalado tiempo para dejarse tentar por otra de sus infinitas pasiones, la literaria.

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Una conversación apasionante que pueden escuchar de nuevo en la parte superior de este artículo y una novela envolvente que pueden encontrar en la Librería 80 Mundos (General Marvá, 14) y en Prensa Redko (Italia, 30).

Isabel Alonso

Isabel Alonso (Salamanca, 1953) es licenciada en Historia por la Universidad de Granada. Participó en la lucha estudiantil antifranquista, por lo que fue detenida, encarcelada y procesada por el Tribunal de Orden Público (TOP).

Comenzó a trabajar en la editorial Fernando Torres. Poco después se incorporó al mundo de la enseñanza secundaria. Durante un breve periodo de tiempo fue profesora asociada en la UAB. También he ejercido la docencia en centros educativos españoles en el exterior: en Rosario (Argentina), Londres, Maglie (Italia) y París.

Ha participado en los movimientos de renovación pedagógica, especialmente en los temas relacionados con la inclusión de las mujeres en la historia enseñada. En relación con esta temática, es autora y coautora de numerosas publicaciones y ha recibido el Premio Emilia Pardo Bazán del Ministerio de Educación y, en dos ocasiones, el Premio 8 de marzo del Ayuntamiento de Barcelona. Como un pulso es su primera novela.