El parón hostelero y comercial frena la producción de residuos
Durante los dos meses de confinamiento desciende tanto el papel como la basura genérica que recoge el servicio de aseo urbano mientras que aumenta ligeramente el vidrio que se recicla
URBASER, empresa encargada del aseo urbano en Aranda, solicita a la ciudadanía responsabilidad a la hora de desechar material de protección para evitar guates y mascarillas tiradas en las calles
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La basura del contenedor del resto de residuos descendió en abril en un 9% / Cadena SER
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Aranda de Duero
El cambio de hábitos de consumo y de la actividad económica durante el estado de alarma también puede analizarse en los datos que deja la recogida de residuos: mientras en estos dos meses de confinamiento ha descendido la producción de basura genérica y también del papel y cartón que se recicla, ha aumentado el volumen de envases y de vidrio depositado en los contenedores específicos para este material
Así se desprende de la estadística registrada por la empresa URBASER, encargada del aseo urbano en Aranda, cuyos datos indican que en marzo de este año recogió un 3% menos en los contenedores de basura genérica o resto, mientras que en abril descendió hasta más de un 9%. Diferencia que se explica en buena medida por el parón en la actividad hostelera. Lo mismo ocurre con la recogida de papel: la bajada del reciclado de este material en un 18,30 % en abril se atribuye directamente a que durante este mes se suprimió el servicio de recogida de cartón puerta a puerta en el comercio, debido al cierre de esta actividad.
Por el contrario los nuevos hábitos de consumo durante el confinamiento han supuesto un incremento de desechos en los contenedores de envases, donde ha subido en casi un 15% en el mes de marzo y un 11% en el mes de abril
Y llama la atención el dato de vidrio reciclado durante estos dos meses, ya que si en marzo descendió notablemente en un 20%, en abril se disparó en la misma medida: durante el mes pasado los contenedores de vidrio recogieron un casi un 21% más de material que en la misma fecha del año pasado. “Supongo que hemos dejado de consumir vidrio en la hostelería pero hemos pasado a consumirlo en casa, utilizando ahora muchos tarros”, explica Inés Porras, la gerente de la empresa, que al tiempo que interpretaba estos datos ha hecho un llamamiento al civismo, recordando la necesidad de utilizar los cauces adecuados para deshacerse de los elementos de protección contra el covid, como guantes y mascarillas utilizados. Y es que estamos viendo que muchos de estos elementos acaban en las acera o en los caminos rurales, lo que no tiene ningún sentido si de lo que se trata es de colaborar entre todos para evitar contagios. “Yo creo que tenemos que lanzar un llamamiento a la población porque es importante que cuando utilizamos estos EPI’s los desechemos bien: los tiremos al contenedor de la fracción resto, a poder ser en una bolsa, porque si los dejamos en la calle pues estamos contribuyendo a propagar el virus”, comenta Porras.
La gerente de Urbaser recordaba también que Urbaser ha retomado el servicio de recogida a domicilio de muebles viejos y enseres, que fue suspendido inicialmente para reducir el riesgo de contagios. La empresa reconsideró esta decisión viendo que había una proliferación de estos desechos en la vía pública. “Se suspendió porque pensamos que podía ser un foco de contagios, pero hemos encontrando demasiados enseres en la vía pública y muchas llamadas, porque parece que el confinamiento muchos lo hemos aprovechado para hacer limpieza y tenemos ahora muchas cosas que tirar, con lo cual lo hemos retomado”, añade.
Campaña #NoLoTires
La Concejalía de Medio Ambiente, por otro lado, recuerda en su apartado de la página web municipal la necesidad de evitar arrojar guantes o mascarillas al retrete. Hace varios años ya hizo una campaña en este mismo sentido enfocado a las toallitas higiénicas, hablando de lo dañinas que son para los sistemas de depuración. Ahora en el marco de esta crisis sanitaria, extiende este mensaje a todos aquellos elementos de protección contra el contagio desechables.
Aqualia, la empresa que gestiona la depuradora de aguas residuales de Aranda explica que, estos elementos nunca se deben tirar al inodoro, ya que se podrían ocasionar problemas a los diferentes elementos que componen los sistemas de saneamiento, tanto de nuestros domicilios como de los sistemas municipales, que transportan el agua sucia hasta las depuradoras para su posterior desinfección y devolución al Medio Ambiente en perfectas condiciones.
Para completar los buenos hábitos en el hogar, Aqualia recuerda que tampoco las toallitas, muy utilizadas estos días, pueden arrojarse al inodoro. Toallitas húmedas, bastoncillos y otros textiles llegan hasta las depuradoras. El impacto negativo de este tipo de residuos sobre las infraestructuras de los servicios de agua urbana es una realidad en toda Europa. Arrojar las toallitas húmedas por el inodoro cuesta a los europeos cerca de 1.000 millones de euros al año, según datos de EurEau, la asociación continental que engloba a las empresas de abastecimiento y saneamiento.
Pero no sólo las toallitas y otros textiles provocan daños en las infraestructuras de saneamientos. Aceites vegetales y grasas, fármacos, cosméticos o pinturas, son productos que arrojados al inodoro o al fregadero pueden ocasionar consecuencias muy negativas también en el medioambiente y en la salud. Los aceites vegetales, grasas alimentarias y aceites para el coche, si son vertidos por el desagüe provocan bolas de grasa que atascan los colectores dificultando la salida de los gases y dando lugar a los malos olores en las ciudades. Se estima que un litro de aceite puede llegar a contaminar hasta 1.000 litros de agua.