La mayoría de los hoteles aplazan su reapertura al final de la desescalada
Cuatro establecimientos de Murcia vuelven a abrir sus puertas tras un parón de dos meses, aunque los hoteleros estiman pérdidas del 80% este 2020, y auguran un verano sin apenas clientes
Cuatro hoteles de Murcia vuelven a abrir hoy sus puertas al público tras un parón de casi dos meses / Ciudadanos
Murcia
"Mientras sigan las restricciones de movilidad, la mayoría de los hoteles de la Región permanecerán cerrados", dice Juan Carlos García, presidente regional de los hoteleros, en el día en que comienza la Fase 1 de la desescalada, que ya permite la apertura de hoteles, situación que no compensa a las empresas mientras esté prohibida la comunicación interprovincial. Las estimaciones que contemplan es que se empiecen a abrir establecimientos a finales de junio, coincidiendo con el final de la desescalada.
No ha ocurrido así en el municipio de Murcia, donde cuatro establecimientos abren hoy sus puertas tras dos meses de parón por la crisis sanitaria. Son los hoteles Campanile, Ibis, Legazpi y Catalonia Conde de Floridablanca, que se suman a los dos que ya estaban abiertos para atender a personal sanitario, el Rincón de Pepe y Churra. De ahí el agradecimientno del concejal de Comercio, Pedro García Rex, que reconoce el gran esfuerzo empresarial que se hace.
Antes de su reapertura, los hoteles han llevado a cabo una completa limpieza de las instalaciones, incluyendo habitaciones, zonas de paso y de servicio. Desde hoy están obligados a limpiar y desinfectar al menos cada dos horas durante sus correspondientes periodos de uso. Los hoteles que hoy reabren al público pueden prestar servicio de restauración, aunque no se incluyen las zonas comunes que deberán permanecer cerradas.
Precisamente los hoteles urbanos son los que más están sufriendo esta crisis, ya que entre marzo, abril y mayo se concentran las grandes ocupaciones en ciudad, con fiestas como Semana Santa o Fiestas de Primavera en Murcia, además de congresos y viajes de empresa. A eso se suma la campaña de eventos, como comuniones y bodas, que también ha quedado en nada. En total, estiman una pérdida de ingresos de entre el 70 y 80% en este año, y la previsión del verano también es sumamente incierta. Auguran un verano sin apenas clientes.
Otra de las incertidumbres que se presenta es cómo se va a comportar el cliente tras la alerta sanitaria, si se animará a salir de la Región o se quedará dentro de la provincia, o directamente, no hará nada.
Ruth García Belmonte
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UCAM, es la directora de Contenidos de la SER en la...
