Hostelería y comercio, a medio gas
Asturias estrena la fase 1 de la desescalada con pocos negocios abiertos en las áreas comerciales de las grandes ciudades
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Mesas separadas en uno de los bares que esta mañana han abierto sus terrazas en Oviedo / Jesús Martín
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Oviedo
Calculan las asociaciones de autónomos que sólo la mitad de los comercios han abierto hoy sus puertas al público. En el caso de la hostelería el porcentaje de sería mucho menor. Un paseo por las calles de nuestras ciudades da buena cuenta de esta realidad.
Los comerciantes que hoy han abierto sus negocios lo han hecho con ilusión y con ganas de que sus clientes respondan a la llamada del comercio local para volver a dar vida y reactivar la economía de la ciudad.
En el caso de la hostelería las posturas son encontradas. Tenemos hosteleros, muy pocos, que han colocado sus terrazas y atienden a sus clientes con cierta normalidad aunque algunos, ansiosos y ante la falta de oferta, no permiten que las normas de higiene se respeten como debieran (limpiar mesas y sillas entre cada uso, por ejemplo). En el otro lado están los profesionales que consideran que abrir sólo con la terraza y tantas limitaciones no les es rentable y han optado por seguir con sus persianas cerradas hasta entrar en las nuevas fases del proceso de vuelta a la normalidad.
Los clientes, por su parte, agradecen esa buena disposición de quienes han abierto y disfrutan de sus primeras consumiciones con la alegría de estar viviendo una vuelta a lo que siempre conocimos en una sociedad que, como la nuestra, disfruta de hacer vida en la calle.
Por lo demás, siguen las colas y esperas en las oficinas bancarias, oficinas de Correos y supermercados, para lograr respetar las medidas relativas al aforo de sus dependencias y observamos que en la mayoría de los casos los clientes mantienen, de motu propio, las medidas de seguridad relativas a la separación personal e higiene, que retrasan, en cierta medida el normal funcionamiento de los negocios. En los casos de despiste, que también los hay, camareros y dependientes, nos dicen, se encargan de recordárselo y, en general, no encuentran problemas para su cumplimiento.