Pacientes con patologías cardiovasculares estables podrían agravar su enfermedad tras el contagio con COVID-19
La doctora Catheline Lauwers, jefa del Servicio de Cardiología de Quirónsalud Valencia, resalta la importancia de realizar un seguimiento cardiológico más exhaustivo de los pacientes tras la infección
Valencia
La alteración del sistema inmune, la inflamación y el aumento de la coagulación durante la infección del COVID-19, puede agravar una patología cardiovascular crónica que estaba estable y aumentar el riesgo de infartos al romperse las placas de ateromas de los vasos y desencadenar principalmente un infarto de miocardio, tal y como afirma la doctora Catheline Lauwers, jefa del Servicio de Cardiología de Quirónsalud Valencia.
Así mismo la doctora Lauwers advierte de la afectación directa de la musculatura del corazón en los pacientes con coronavirus, lo que aumenta el riesgo de sufrir una inflamación o miocarditis y resalta la importancia de realizar un seguimiento cardiológico más exhaustivo de los pacientes tras la infección.
"Este tipo de secuelas", destaca la especialista de Quirónsalud Valencia, "serán más importantes en pacientes que han tenido una enfermedad cardiovascular previa al coronavirus pero también en aquellos pacientes que han retrasado su visita al cardiólogo o no han acudido a la misma".
Estos datos se ven refrendados por lo publicado por la Sociedad Española de Cardiología que señalan de la disminución en un 40% de coronariografías y procedimientos intervencionistas para el tratamiento de las angioplastias primarias para la apertura de la arteria coronaria en infartos desde el inicio de la pandemia.
La doctora Lauwers recomienda que, "tanto durante la infección de COVID-19, como tras su resolución, se debe realizar un estudio cardiológico con las técnicas habituales si el paciente presenta algún tipo de síntoma, sobre todo para asegurarnos de que la musculatura del corazón no ha sufrido ningún daño, así como para descartar placas de ateromas en sus arterias".
Síntomas de alarma de las enfermedades cardiovasculares
Uno de los grandes efectos colaterales de la pandemia, a parte del ocasionado por el virus, ha sido el retraso del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares por el miedo a acudir a un centro hospitalario. El doctor Rafael Florenciano, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Torrevieja advierte de la necesidad de acudir a un centro sanitario ante síntomas compatibles con un infarto, entre los que se encuentran: dolor en el pecho opresivo irradiado a brazos o mandíbula, sudoración fría, náuseas y dificultad para respirar. "La presencia de uno o varios de estos síntomas, especialmente en pacientes con factores de riesgo como la diabetes o la hipertensión puede indicar que el paciente está sufriendo un infarto por lo que hay que acudir con urgencia al hospital o contactar con el 112", incide el doctor Florenciano.
"La atención urgente" añade el cardiólogo de Quirónsalud Torrevieja "no solo debe limitarse a pacientes con dolor en el pecho. Otras enfermedades se pueden manifestar de forma aguda como es el caso de la insuficiencia cardíaca y las arritmias". En el caso de la insuficiencia cardíaca su aparición se caracteriza por una repentina dificultad para respirar mientras que las arritmias se caracterizan por palpitaciones. "Ante estos síntomas también debemos acudir al hospital ya que un diagnóstico y tratamiento temprano de estas patologías mejora mucho su pronóstico", advierte el cardiólogo.
"El miedo al contagio no puede impedir que los pacientes acudan a los hospitales para recibir un tratamiento efectivo. Los hospitales están suficientemente preparados para seguir tratando a pacientes urgentes con otras patologías distintas al COVID-19", afirman ambos especialistas.
Sobre Quirónsalud
Quirónsalud es el grupo hospitalario líder en España y, junto con su matriz Fresenius-Helios, también en Europa. Cuenta con más de 40.000 profesionales en más de 125 centros sanitarios, entre los que se encuentran 50 hospitales que ofrecen cerca de 7.000 camas hospitalarias. Dispone de la tecnología más avanzada y de un gran equipo de profesionales altamente especializados y de prestigio internacional. Entre sus centros, se encuentran el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, Centro Médico Teknon, Ruber Internacional, Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, Hospital Quirónsalud Barcelona, Hospital Universitario Dexeus, Policlínica de Gipuzkoa, Hospital Universitari General de Catalunya, Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, etc.
El Grupo trabaja en la promoción de la docencia (ocho de sus hospitales son universitarios) y la investigación médico-científica (cuenta con el Instituto de Investigación Sanitaria de la FJD, acreditado por la Secretaría de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación).
Asimismo, su servicio asistencial está organizado en unidades y redes transversales que permiten optimizar la experiencia acumulada en los distintos centros y la traslación clínica de sus investigaciones. Actualmente, Quirónsalud está desarrollando multitud de proyectos de investigación en toda España y muchos de sus centros realizan en este ámbito una labor puntera, siendo pioneros en diferentes especialidades como oncología, cardiología, endocrinología, ginecología y neurología, entre otras.