Una pescadería de Aranda invertirá parte de sus recursos en impulsar la hostelería

Aranda de Duero

En tiempos excepcionales como los que vivimos, que surjan iniciativas solidarias ya no es una sorpresa. La sociedad ha mostrado su mejor cara durante estas largas semanas de confinamiento que, poco a poco y siendo siempre responsables, parece que acabarán pronto. Sin embargo, que una pescadería ayude a cualquier establecimiento hostelero entregándole parte de sus ganancias sí es algo novedoso. Tan novedoso como agradecido.

Es el caso de la pescadería Freshmar de Aranda de Duero. La firma ribereña, que regentan José Luis González y familia, cree que esta “es una forma de dar las gracias”. “Nosotros también sufrimos esto, tenemos un bar en Valladolid cerrado desde el minuto cero, y como tenemos muchos clientes de restaurantes que lo están pasando y lo seguirán pasando mal pues dijimos que ya que llevamos 30 años y nos hemos valido de los restaurantes para llevarles nuestros productos, vamos a devolvérselo”, cuenta el propio José Luis.

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La iniciativa es muy sencilla. “Los clientes llegan a la tienda, tienen una cartilla, hacen una compra de lo que sea, y el 5% de lo que compren se lo ponemos en ella… Es acumulable, y van haciendo una hucha. Cuando llegue a 10 ó 20 euros le entregamos un bonofresh, ellos se acercan al restaurante que decidan y lo usan al pagar… Ese bono luego me lo entregan los restaurantes y yo les pago el correspondiente dinero”, explica. “Es un juego que espero que la gente aproveche para salir sin miedo a los restaurantes, sin prisas, allí vamos a celebrar las cosas y somos muy felices”, añade.

Esta promoción, que arranca el próximo martes, durará hasta el 30 de septiembre. Sin embargo, la validez de los bonos se extenderá hasta el último día del año. “No creo que sea para tanto, simplemente es echar una mano, cuando el bombero sale y arriesga ese sí que es importante, o un sanitario, nosotros lo único que hacemos es compartir un poco de lo que nos han dado tanto los años y ayudar un poco…. Nosotros tenemos muchos clientes que van a hacer muchos bonos porque consumen mucho pescado, y al final lo bueno es que la gente se sienta en la terraza, pida y esté con los amigos, y si la cuenta la podemos sufragar pues mira…”, sentencia José Luis.

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A la vista está que el género de la pescadería de José Luis no solo es de calidad, también solidario. Que ante grandes problemas, surgen grandes soluciones. Y que iniciativas como esta, siempre darán buena espina.

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