Mujeres en la cocina
Jose Berasaluce
Jerez de la Frontera
Mi perversión de hoy es para las mujeres mayores. Estos días de confinamiento muchos hemos comprobado el valor culinario de la mujeres y en especial de las mujeres mayores.
No hay que olvidar que son ellas quienes mayormente han cocinado y siguen cocinando en el mundo. En la Unión Europea, el 79% de las mujeres hace diariamente tareas domésticas o cocinan frente a un 34% de los hombres. La cocina es un factor de cohesión familiar.
Pero esta situación en España es aún más interesante ya que se prevé que en 20 años el 40% de la población tenga más de 60 años. La práctica culinaria tiene una cultura gastronómica que está cada día en peligro porque existe una brecha generacional.
Cocinar es el placer más fiel. Las personas mayores cuando ya han sido abandonadas por el sexo, el poder, las ambiciones, el dinero, los viajes y los rencores les queda la comida y la felicidad de compartirla.
La cocina y los gustos alimentarios conforman rasgos culturales y construyen la mentalidad colectiva de los pueblos con tanta intensidad como la religión o la lengua.
En tiempos de pandemia hemos descubierto el papel que tienen las mujeres de una generación al mantenernos unidos en casa. Mujeres que han pasado de aprender cocina en la sección femenina de Pilar Primo de Rivera a tener que aguantar a Arguiñano contando chistes machistas mientras cocina un marmitako.
Tenemos que cuidar a nuestras madres y abuelas y abrazarlas muy fuertes cuando superemos la crisis sanitaria.