Las ayudas de la discordia
ASEMAR considera que subvencionar el alquiler de locales no es una medida prioritaria para apoyar al pequeño comercio, mientras UGT apuesta por redactar unas bases para evitar que los principales beneficiarios sean los propietarios de esos inmuebles
Las ayudas para sufragar el alquiler de locales comerciales que el Ayuntamiento de Aranda pretende habilitar en apoyo a las PyMES de Aranda dentro del paquete de medidas anti-crisis, fue el principal punto de desacuerdo en la reunión celebrada ayer del recién constituido Consejo Asesor, creado por el Consistorio para contar con los sindicatos mayoritarios y ASEMAR en las decisiones de carácter económico en esta próxima etapa. Este colectivo no considera que esta medida forme parte de las que deberían adoptarse con carácter prioritario para ayudar al tejido empresarial y ya avanzaba antes de este encuentro que hay otras formas más eficaces para utilizar los recursos municipales, que son limitados. Su vicepresidente, insiste en que en este momento es necesario establecer un orden de prioridades en aras de la eficacia. “En el mercado de alquileres vinculados a negocios en Aranda de Duero lo que estamos observando es que todo el mundo está ayudando: los arrendadores están ayudando a los arrendatarios y existe un cierto equilibrio; no quiere decir que, obviamente, en un futuro próximo puedan ser favorables otras medidas semejantes, pero dentro de las medidas que se deben implementar ahora, consideramos que tienen que estar estrictamente vinculadas al mantenimiento de puestos de trabajo”, explica Roberto Rojo.
No opina lo mismo UGT, que considera que estas ayudas pueden ser muy positivas para muchas de las pequeñas empresas, que lo están pasando mal al haber tenido que cerrar temporalmente sus negocios, sin poder en muchos casos eludir ciertos gastos, como el del arrendamiento del local. La secretaria comarcal de este sindicato, entiende que esta medida podría ser eficaz, siempre y cuando las bases se redacten con cuidado para asegurarse de que los beneficiados sean realmente los comerciantes. “Viendo la medida en conjunto puedes pensar en un principio que ese dinero va acabar en manos de las 40 familias más ricas de Aranda, porque tienen un montón de locales, pero claro ahí estamos todos los componentes del consejo asesor o en este caso el ayuntamiento para poner unas bases para intentar que eso no sea así, para poder ayudar a las personas que más lo necesitan, no a los que ya tienen mucho; entendemos que es una buena ayuda creando unas bases consolidadas, porque a las personas que no hayan podido llegar a acuerdos y hayan tenido sus negocios cerrados y que hayan tenido que pagar el alquiler habría que ayudarles puesto que no han tenido ningún ingreso y si muchos gastos”, argumenta Sonia González