La nueva normalidad
Vuelven los niños a la calle, los paseos, cruzar las aceras corriendo. Vuelve todo eso, pero limitado por kilómetros y las horas del reloj

Una trabajadora muestra ropa a una clienta en un comercio de Alcalá de Henares, tienda dotada de desinfección constante mediante ozono. / FERNANDO VILLAR (EFE)

Madrid
Esta semana eso de la nueva normalidad empieza a coger forma. Hemos cambiado el silencio de los últimos días, el que todo vaya a cámara lenta... Hemos cambiado eso por una nueva normalidad que empezó como todo tiene que comenzar: desde la infancia.
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Las Buenas Historias - La nueva normalidad (Hora 14 Madrid)
Los más pequeños ya salisteis a la calle, y lo vais a seguir haciendo. Ahora nos toca a los demás. Y quizá salga a pasear Inocencia, que esta semana ha celebrado su cumpleaños. Su nieto Julián, bombero, la sorprendió mostrándole una pancarta desde el balcón. Él estaba subido a una grúa y ella le miraba tal y como dice su nombre: con una cierta Inocencia que no sabe perder.
Y en la nueva normalidad los aplausos de las ocho seguirán sonando, pero volverán otros que echábamos de menos. Volveremos a casa corriendo, pegando ese sprint final para llegar puntuales, abrir la ventana y aplaudir, un día más, a nuestros sanitarios.
Volvemos a esta rara nueva normalidad, que no sabemos si es buena o es mala. Volvemos limitados por los kilómetros para salir de casa y por lo que nos marquen las horas y el reloj, sí. Pero volvemos, por fin, a una cierta realidad que hemos echado muchísimo de menos.