Vuelve a oler a pescaíto frito en el Arco de Santiago

Jerez de la Frontera

No me lo esperaba. Venía paseando desde la calle Asta cuando, ya bien entrada en la vía dedicada a Moraíto Chico, me llegó un olor muy familiar. Dicen que los estímulos olfativos son los más potentes para el cerebro, y ciertamente sería inconcebible pasar por el Arco de Santiago sin recibir la caricia del aroma a pescado en adobo recién frito del freidor que lleva toda la vida junto a lo que fue El boquerón de plata.

Que vuelva a oler a pescaíto frito en Santiago es señal inequívoca de la deseada vuelta paulatina a la normalidad. El freidor de Santiago reabrió sus puertas el pasado viernes después de una cuarentena completa. David Olivero y su madre han aprovechado este tiempo para adoptar todas las medidas sanitarias necesarias, que a simple vista se observan en el interior del local con la colocación de una enorme pantalla de metacrilato en el mostrador.

Choco, adobo, gallo, puntillitas, pescada, pavía, acedías, huevas, gambas, croquetas, boquerones, tortillitas de camarones... Allí todo se harina y se frie en aceite limpio para perpetuar esa tradición tan nuestra del papelón de pescado bien despachado.

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El primer fin de semana -este lunes estaban cerrados- se ha saldado con varios cientos de kilos de pescado despachados, hasta el punto de que el domingo se habían quedado sin chocos. Y es que, además del servicio para recoger de toda la vida, la freiduría se ha adaptado a los tiempos potenciando la entrega a domicilio a través de las plataformas Just Eat y Uber Eats. El horario de pedidos, de martes a domingo, de 13 a 15.30 y de 20 a 23 horas. Teléfono: 693 439 056.