Una propuesta para la repoblación demográfica desde Tudera
Aprender de la experiencia que nos deja el coronavirus para planificar una distribución geográfica de la superpoblación urbana, razona Pedro, un jubilado que recomienda volver al pueblo
A Tudera de Sayago, anejo que figura como Entidad Local Menor de Fariza (41 habitantes, según el INE), se llega desde Argañín, desde Muga de Sayago o desde Zafara… Un pueblo tranquilo, en el se notan dos actividades: la ganadera de ovino y la turística, con varias casas rurales...
Junto a una de esas casas rurales vive Lucrecia, que nos comenta que lo del confinamiento lo llevan regular. Y menos mal que en el lugar donde viven, en un tramo urbano que no ha visto ni el cemento ni el asfalto, tiene una ligera libertad para moverse. Lucrecia tiene 86 años y ha vivido mucho, pero asegura que nada de lo vivido se parece a esto.
Lucrecia nos da razón de la propiedad de la casa rural contigua y nos encontramos con Pedro. Su hijo es el responsable de la casa rural, nos dice, pero él, jubilado, sabe del negocio y apunta que tal como están las cosas, no queda otra que esperar y armarse de paciencia.
Pero más allá del negocio, Pedro ofrece un razonamiento bien distinto sobre la España Vacía y Vaciada: plantea que la experiencia que está dejándonos el coronavirus debe tenerse en cuenta para ejecutar un plan de redistribución demográfica que alivie la excesiva presión humana de las grandes ciudades, trasvasando población a los entornos menos poblados y equilibrando el territorio.
Y no sólo en lo demográfico, añade, sino también en el equilibrio ambiental, como ha quedado demostrado con la limpieza del aire recuperada en lugares como Madrid. De paso, él asegura que está muy a gusto en el pueblo e invita a hacer lo mismo, a volver al pueblo, a otros jubilados.
Una propuesta para la repoblación demográfica desde Tudera
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Y aprovecha para lanzar varios mensajes. Uno para los políticos: hay más cosas más importantes que la economía, le dice. Y otro para los políticos locales: que reparen de una vez el desastre que es el estado de la carretera de Tudera a Zafara.
Patricia, la repartidora de pan (panadería Gavilanes de Bermillo de Sayago), dice que en sus repartos se está encontrando más gente de la que hay habitualmente en los pueblos, y añade que la gente anda algo agobiada por las restricciones a la actividad normal y en particular las restricciones al trabajo en el huerto.
La única clienta de esa parada de la panadera, Benilde, confirma que tienen cierta sensación de agobio y que llevan mal eso de no poder hacer el huerto. Han oído que a cierto vecino de otro pueblo lo sancionaron porque estaba sembrando patatas y admite que tienen miedo.
Al menos la desescalada les permitirá hacer todo lo del huerto sin problemas a partir del lunes 4 de mayo. Quizá un poco tarde para alguna siembra en esa zona (las patatas se suelen sembrar entre marzo y abril), pero…