La Itzulia y la Klasika iban a disputarse encadenadas la segunda semana de agosto

San Sebastián

La Vuelta al País Vasco y la Clásica de San Sebastián se iban a disputar este año de forma encadenada la segunda semana de agosto. Hasta su cancelación definitiva, esa era la intención que manejó la organización de las dos principales pruebas ciclista de Euskadi, espoleados por la UCI, que incluso les dio libertada para llevarlas a cabo en las condiciones que mejor le convenía, según ha podido saber la Cadena SER. La cancelación definitiva de la Itzulia y la Klasika no se ha debido a problemas de calendario, porque tenía libertad de la UCI para elegir los días de agosto que necesitaran.

Es más, la propia UCI les daba permiso para saltarse su propia normativa de no poder organizar una prueba sin que entre medias no haya algún día de descanso. El organismo internacional del ciclismo 'presionó' e insistió hasta el final a la organización de las pruebas vasca para que no cancelaran, porque le interesaba que dos carreras de su prestigio estuvieran dentro de un calendario que por culpa del coronavirus se le está quedando bastante desdibujado.

La organización de ambas pruebas recogió el guante de la UCI con optimismo, dispuesto a intentar no perder las ediciones de este año, y le propuso coger la segunda semana de agosto para organizarlas de forma encadenada. Primero iba a ir la Itzulia, del 10 de agoasto al 15 de agosto. Y después, sin solución de continuidad, el domingo 16 de agosto iba a organizar la Clásica de San Sebastián. Para ello, incluso planteó los mismos equipos de trabajo de la Itzulia, alargando su labor un día para completarla con la Klasika. La idea fue recogida con los brazos abiertos por la UCI.

Pero cuando los organizadores de la Itzulia empezaron a plantear esta posibilidad a las localidades con las que tenía una acuerdo para acoger salidas y finales de etapa en agosto, se encontraron con que su respuesta fue que el dinero que tenía pensado destinar a la prueba ciclista lo iban a derivar este año a la lucha contra el coronavirus, algo que consideraban mucho más necesario en el contexto en el que vive el mundo. La organización entendió como lógica esa respuesta, decidiendo en ese momento que no tenía sentido apretar para sacar adelante una edición marcada por una pandemia de carácter global, conscientes de que las prioridades económicas son a día de hoy otras. Por esa razón, tomaron la decisión de cancelar definitivamente la Itzulia y la Klasika, centrándose desde ya en preparar las ediciones del 2021, siempre y cuando el problema sanitario lo permita.