El cólera en el Cabanyal: la indispensable figura del doctor Lluch
El cólera de 1885 afectó con gran virulencia al Cabanyal, entonces poblado independiente de la ciudad de Valencia. Su único médico, el doctor Vicente Lluch, se erigió como un baluarte contra la epidemia
Luis Fernández nos lleva al Cabanyal
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Valencia
La semana pasada estuvimos recordando la epidemia de cólera que afectó a la ciudad de València en 1885 a través del magnífico informe que nos legó el entonces alcalde José Ruiz de Lihory. Como vimos, en este imprescindible documento publicado por el Ayuntamiento de València unos meses después del fin de la epidemia se detalla la incidencia de la enfermedad en todos los distritos de la ciudad, dividido en barrios y calles, utilizando para ello minuciosos estadillos y gráficas. Sin embargo, a pesar del riguroso estudio llevado a cabo por la alcaldía, no encontramos ningún dato ni referencia sobre los barrios del Grao ni del Cabanyal. Y es que, durante gran parte del siglo XIX y hasta 1897, los conocidos como poblados marítimos de València, Vilanova del Grau y Poble Nou de la Mar, fueron municipios independientes y por tanto su administración quedaba fuera de la jurisdicción del consistorio de la capital valenciana.
Pero, evidentemente, las enfermedades no entienden de fronteras y el brote de cólera de 1885 se expandió por todo el territorio valenciano sin excepción, percutiendo más si cabe en los vecindarios más pobres e insalubres, como los que se hacinaban en las inmediaciones del Grao de València. La topografía de la zona y su carácter pantanoso, unido a la cantidad de acequias que la surcaban –auténticos focos de infección- y una urbanización deficiente – calles estrechas, húmedas y lóbregas- hacían de los poblados marítimos el escenario inmejorable para la propagación de la bacteria.
Según las crónicas de la época, el cólera tuvo un fuerte impacto social y económico en el Grao, con más de un centenar de víctimas mortales y el inevitable cierre del puerto, del que se nutrían decenas de familias. Los medios para luchar contra la epidemia eran escasos y tan solo disponían de un médico, que se erigió como un auténtico baluarte contra la enfermedad. Su nombre, Vicente Lluch Lliso natural de Bonrepòs, donde nació en el seno de una familia humilde en 1849. Su vocación médica, heredada de su padre - practicante de la época- fue puesta a prueba durante el episodio colérico. Siete años antes ya había sido admitido como socio corresponsal del Instituto Médico Valenciano, y con 32 años fue nombrado médico titular del Pueblo Nuevo del Mar con una retribución anual de 750 pesetas.
El doctor Lluch y las autoridades sanitarias del Cabanyal se vieron sorprendidos por la morbilidad del cólera, que encontró en el poblado el caldo de cultivo idóneo. Pronto se improvisó un campamento en la playa para trasladar a los enfermos y se derribaron las chabolas infectas cercanas a las acequias. Pero las medidas se antojaron insuficientes y el Ayuntamiento tuvo que construir un nuevo barracón-hospital de madera para dar cobijo a una treintena de enfermos. Aquí estuvo el doctor Lluch al pie del cañón, codo con codo con otros facultativos que de manera heroica, con escasos medios materiales y humanos consiguieron poner freno a la enfermedad, que en agosto, después de cuatro meses de lucha, se dio por erradicada.
El doctor Vicente Lluch falleció apenas cinco años después de la epidemia de cólera, en 1890 y sus restos descansan en el Cementerio del Cabanyal, donde un busto de bronce verdoso refleja la importancia que su figura tuvo para cabañaleros y graueros, que lo nombraron Hijo Adoptivo y rotularon una de sus avenidas más importantes con su nombre. Fue un 14 de mayo de 1917 cuando se aprobó que la conocida como calle Frente al Mar del Pueblo Nuevo del Mar fuese denominada como calle del Doctor Lluch en homenaje a Vicente Lluch Lliso, "el único médico que quedó en dicho poblado asistiendo a sus enfermos en la epidemia colérica de 1885".
