María Pagés, cuando el arte no entiende de confinamientos
La bailaora, que abrió el pasado año su centro coreográfico en Fuenlabrada, crea su nuevo espectáculo en el salón de su casa

María Pagés, que ha recorrido tantos escenarios por el mundo, ahora ensaya en su salón por el confinamiento / Roberto Ricciuti

Fuenlabrada
Deportistas, actores, cantantes… siguen su trabajo afinando la imaginación dentro de sus casas, desde que se decretara el Estado de Alarma. Algunos han improvisado estudios de grabación o adaptado los que tenían en sus domicilios para hacer canciones de resistencia ante el COVID-19, otros intentan no perder la forma, entrenando con soluciones originales, en muchos casos. ¿Pero qué hace una bailaora que recorre los mejores escenarios del mundo mostrando su arte? ¿Cómo se adapta para no dejar de estar ‘en forma’?
María Pagés, premio Nacional de Danza y Medalla de Oro en las Bellas Artes, entre otros reconocimientos, es una de las artistas de talla internacional que ha visto como la nueva situación le cambiaba todos sus parámetros, pero como ella misma dice “hay que seguir con ánimo y ver este tiempo como un tiempo de construir”.
Y siguiendo su propio ejemplo intenta, junto con El Arbi El Harti, su pareja y con quien monta de forma conjunta todos sus espectáculos, aprovechar el confinamiento para gestar su nuevo espectáculo ‘Sherezade’. Para ello ha “despejado” su salón. “He puesto todos los muebles junto a una pared y he dejado espacio para mi”. Pagés contacta con sus músicos a través de internet para trabajar sobre la base musical de su nuevo montaje. Después ella ensaya sola en su salón, crea pasos, instrucciones para el resto de las bailarinas de la compañía, todo eso lo monta con la base rítmica musical, lo graba y lo guarda. “Lo guardo en el ‘congelador’ - dice entre risas- para luego sacarlo cuando llegue el momento y ponerlo todo en práctica”. Trabaja con las deportivas especiales que hay para zapatear, nos cuenta, “son zapateos sordos, no molestan a la vecina, al menos nadie se ha quejado. Yo creo que lo entienden, dada la situación”. Nada más comenzar el confinamiento ella y El Harti tenían claro que había que organizar una rutina para continuar creando y también para tener vivo el Centro Coreográfico María Pagés de Fuenlabrada, abierto en 2019. Así que cada día tras su desayuno, empiezan a preparar el trabajo de la jornada. ”Hasta las 12 no comienzo con los estiramientos, hasta las tres, más o menos, luego picamos algo y seguimos con cosas del Centro, con música, contactos online con otros compañeros… y a las siete hacemos comida-cena. Hay que mantenerse”.
Aprovechar la situación para mejorar el sector
Esta epidemia ha llevado a Pagés a cancelar su gira en los tres meses próximos. Lo primero que se ha aplazado, porque trabajan en buscar nuevas fechas, es Milán, pero también dejarán de ir de momento a actuar a Nueva York o Miami. Pero María cree que de todas las crisis parten ideas nuevas y ahora es el momento de aprovechar para mejorar. “Hay que pararse a pensar, para dar una vuelta y mejorar el sector de la danza y en general de la cultura en España”. Y aunque es consciente de que puede ser pronto para ver qué soluciones a nivel teatral se deben dar una vez acabe el confinamiento, cree que “hay que empujar para que los teatros sigan abiertos”, porque “la tecnología no los va a sustituir, los que hacemos danza, teatro, somos arte vivo y hay que pensar en fórmulas posibles”.
En esa línea de mejorar y de crear foros de debate para el sector y para la cultura en general, se encuentra su Centro de Fuenlabrada que dirige El Harti. Ambos ya iniciaron una serie de ciclos dedicados a coreografía y mujer y a iluminación de espectáculos, con los que se quiere mover el mundo cultural y reflexionar sobre su presente y futuro. Algo que ambos desean seguir haciendo, haya o no confinamiento, porque todo pasará y “se reordenará de otra manera”. De momento, el confinamiento no ha puesto barreras al arte de María Pagés, Premio Nacional de Danza, medalla de oro de Bellas Artes en 2014, otorgada por el Ministerio de Cultura y Premio de Cultura de la Comunidad de Madrid.